La tendinitis calcificante del supraespinoso es una causa común de dolor en el hombro, especialmente en personas activas o que realizan esfuerzos repetitivos. Esta afección se caracteriza por depósitos de calcio en el tendón del supraespinoso, provocando dolor e inflamación. En los casos en los que los tratamientos conservadores no consiguen buenos resultados, el tratamiento artroscópico se presenta como una opción eficaz para eliminar los depósitos calcificados y restaurar la funcionalidad del hombro. A continuación, se explican las causas, síntomas, diagnóstico y cómo se realiza el tratamiento artroscópico, una técnica avanzada que el Dr. Eugenio Díaz ofrece en Granada.
Índice del Artículo
1. ¿Qué es la tendinitis calcificante del supraespinoso?
2. Causas y factores de riesgo
3. Síntomas más comunes
4. Diagnóstico de la tendinitis calcificante
5. Opciones de tratamiento: de conservador a artroscopia
6. Beneficios del tratamiento artroscópico
7. Recuperación y cuidados postoperatorios
8. Prevención de recurrencias
9. Conclusión: ¿Cuándo es necesaria una consulta con el especialista?
Tabla de Contenido
La tendinitis calcificante es una patología en la que se forman depósitos de calcio en el tendón del supraespinoso, una parte del manguito rotador. Este depósito causa un dolor intenso que limita el movimiento del hombro, afectando la vida cotidiana. Puede surgir de forma repentina o tras actividades repetitivas, siendo más común entre los 30 y 60 años.
Las causas exactas no se conocen, pero se ha asociado con factores como:
• Movimientos repetitivos del hombro.
• Condiciones metabólicas, como diabetes.
• Alteraciones en el flujo sanguíneo del tendón.
Además, el estrés físico, la falta de calentamiento antes de hacer ejercicio y la genética pueden jugar un papel importante.
El síntoma principal es el dolor en el hombro, que puede irradiarse hasta el brazo. Otros síntomas incluyen:
• Dolor agudo al mover el brazo.
• Rigidez y pérdida de movilidad.
• Dolor nocturno que impide el descanso.
El diagnóstico suele incluir una combinación de:
• Examen físico detallado.
• Pruebas de imagen como radiografías o ecografías, que revelan los depósitos calcificados.
Inicialmente, se recomiendan tratamientos conservadores como:
• Fisioterapia para mejorar el rango de movimiento.
• Antiinflamatorios para reducir el dolor.
• Infiltraciones o terapias ecoguiadas para aliviar los síntomas temporalmente.
Si el tratamiento conservador no da resultados, se puede considerar la artroscopia de hombro. Este procedimiento mínimamente invasivo permite al cirujano extraer los depósitos de calcio y suturar el tendón dañado, aliviando el dolor y mejorando la función del hombro sin realizar grandes incisiones.
La artroscopia ofrece varias ventajas:
• Procedimiento mínimamente invasivo con menor dolor postoperatorio.
• Eliminación precisa de los depósitos calcificados y reparación del tendón dañado.
• Mejor recuperación y retorno a las actividades diarias junto a mejoría significativa en el dolor y la función del hombro tras la artroscopia.
El proceso de recuperación tras una artroscopia de hombro es relativamente corto. Se recomienda fisioterapia para fortalecer el hombro y mejorar la movilidad. En pocas semanas, muchos pacientes pueden regresar a sus actividades diarias.
La prevención incluye mantener un rango de movimiento adecuado y evitar movimientos repetitivos. También es esencial un calentamiento adecuado antes del ejercicio.
Si experimenta dolor persistente en el hombro y tratamientos previos no han funcionado, la artroscopia puede ser una solución adecuada. Consultar puede ser el primer paso hacia una recuperación eficaz.