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La tendinitis calcificante del supraespinoso se caracteriza por la presencia de depósitos de calcio en el tendón del supraespinoso (parte fundamental del manguito rotador del hombro), puede provocar síntomas que abarcan desde un dolor moderado y ocasional hasta un sufrimiento crónico intenso, acompañado de limitaciones funcionales serias.

Muchos pacientes acuden a la consulta del Traumatólogo con un profundo malestar, manifestado especialmente en actividades cotidianas como peinarse, alcanzar un objeto en un estante alto o incluso intentar dormir de lado sin que el dolor les despierte reiteradamente por la noche. En ocasiones el dolor es incapacitante y lleva a buscar soluciones, tratamientos conservadores o, en última instancia, intervenciones quirúrgicas que sean capaces de resolver —o al menos atenuar— la sintomatología y recuperar la calidad de vida.

En la actualidad, la artroscopia se presenta como una estrategia eficaz para tratar de manera poco invasiva esta patología, logrando altos índices de satisfacción entre quienes se someten a ella.


Tabla de Contenido

ÍNDICE

  1. Concepto de Tendinitis Calcificante del Supraespinoso
  2. Epidemiología y Relevancia Clínica
  3. Causas y Factores Predisponentes
  4. Fisiopatología: La Formación de Depósitos Calcificados
  5. Síntomas y Presentaciones Clínicas
  6. Diagnóstico Diferencial
  7. Tratamientos Conservadores
  8. La Artroscopia como Tratamiento de Elección
    8.1. Ventajas de la Artroscopia
    8.2. Técnica Quirúrgica y Procedimiento
    8.3. Complicaciones Potenciales
  9. Evidencia Científica
  10. Protocolo de Rehabilitación Postoperatoria
  11. Prevención de la Tendinitis Calcificante
  12. Preguntas Frecuentes de los Pacientes
  13. Conclusión

1. Concepto de Tendinitis Calcificante del Supraespinoso

Tendinitis del Hombro. Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

La tendinitis calcificante hace alusión a la presencia de depósitos de calcio, generalmente cristales de hidroxiapatita, en el interior de un tendón. En el hombro, el tendón más afectado acostumbra a ser el del supraespinoso, que forma parte esencial del manguito rotador. Este complejo anatómico es vital para la estabilidad y función del hombro, permitiendo movimientos tan cotidianos como elevar el brazo o rotar externamente la extremidad superior.

Cuando se desencadena esta acumulación anómala de calcio, el tendón puede inflamarse, conducir a un proceso de irritación muy doloroso y, en ocasiones, a una limitación funcional significativa. Muchas veces, la palabra “tendinitis” se utiliza para referirnos de forma general a la inflamación del tendón, pero en la tendinitis calcificante subyace un componente adicional: el depósito mineral que exacerba la molestia o el cuadro clínico.


2. Epidemiología y Relevancia Clínica

El interés por la tendinitis calcificante del supraespinoso no sólo es propio de la comunidad médica, sino que se extiende a las disciplinas de la fisioterapia, la rehabilitación y la medicina deportiva. Se estima que hasta un 10% de la población puede llegar a padecer algún grado de depósitos calcificados en el hombro, aunque no todas las personas desarrollan síntomas importantes.

Entre los 40 y 60 años, la prevalencia de esta patología aumenta notablemente, probablemente por el desgaste progresivo de los tendones, la acumulación de microtraumatismos y otros factores hormonales o metabólicos. Sin embargo, es crucial comprender que la tendinitis calcificante no es únicamente un asunto de edad; también se presenta en gente joven sometida a altas exigencias deportivas o laborales.

La relevancia clínica deriva de la afectación de la calidad de vida. En la consulta diaria, suelen acudir pacientes cuyo principal temor es no poder realizar sus actividades más básicas, ni siquiera conducir o dormir. Como traumatólogo en Granada, considero esencial subrayar la importancia de identificar tempranamente esta condición y valorar el tratamiento oportuno, ya que una asistencia médica especializada puede marcar la diferencia entre la mejoría total y el mantenimiento del dolor crónico.


3. Causas y Factores Predisponentes

Establecer una única causa para la aparición de la tendinitis calcificante del supraespinoso es complejo. La combinación de múltiples factores acostumbra a detonar o, al menos, a facilitar la formación de los depósitos de calcio. Entre los más significativos destacan:

  1. Microtraumatismos Repetidos:
    Personas con trabajos que implican repetidamente movimientos por encima de la cabeza (como pintores, carpinteros o ciertos deportistas) pueden sobrecargar el tendón del supraespinoso.
  2. Desequilibrios Hormonales:
    Alteraciones en la glándula tiroides, diabetes mal controlada o cambios hormonales propios de la menopausia pueden incrementar la susceptibilidad de los tejidos blandos a calcificarse.
  3. Predisposición Genética:
    Existen investigaciones que sugieren un componente genético que podría predisponer a individuos específicos a desarrollar este tipo de calcificaciones.
  4. Alteraciones en la Biomecánica del Hombro:
    Una variación anatómica, una postura deficiente, inestabilidad articular u otros factores que modifiquen la cinemática normal de la articulación, incrementan el riesgo de inflamación y, consecuentemente, de depósito calcificado.
  5. Degeneración y Envejecimiento:
    Como cualquier estructura anatómica, los tendones se debilitan con los años, haciéndose más vulnerables a los procesos degenerativos que propician la aparición de calcificaciones.

4. La Formación de Depósitos Calcificados

El proceso mediante el cual se forman estas calcificaciones no está totalmente consensuado, pero la mayoría de los autores describe un ciclo que se compone de las siguientes fases:

  1. Fase Pre-calcificada:
    El tendón sufre transformaciones celulares y una leve degeneración que resultan imperceptibles en las pruebas de imagen convencionales.
  2. Fase de Calcificación:
    Con frecuencia, se generan microáreas donde se depositan cristales de calcio (hidroxiapatita). Estos depósitos pueden ser pequeños o voluminosos y a veces pasan desapercibidos si el dolor no es intenso.
  3. Fase de Resorción:
    El organismo, al reconocer la presencia de un material extraño, puede activar células inflamatorias con capacidad de reabsorber parte de la calcificación. Este fenómeno, que en muchos casos provoca un dolor muy intenso, puede ser parcial o total.
  4. Fase de Reparación:
    Finalmente, se inicia la regeneración de los tejidos dañados. En ocasiones, el tendón recupera su estructura original; en otras, subsiste cierta fibrosis o debilidad residual que conviene rehabilitar.

Durante la fase de resorción, el dolor puede volverse especialmente agudo, debido a la respuesta inflamatoria que desencadena la disolución del depósito. Esto explica por qué muchas personas acuden al médico con un dolor súbito y severo, pese a que la formación de la calcificación pudiera haber sucedido silenciosamente tiempo atrás.


5. Síntomas y Presentaciones Clínicas

La manifestación de la tendinitis calcificante del supraespinoso puede variar notablemente de una persona a otra. Hay quienes descubren la patología de manera incidental, al someterse a una radiografía por alguna otra razón, y no refieren ninguna molestia; mientras, otros sufren episodios de dolor punzante que interfieren severamente con sus actividades cotidianas.

Los síntomas más frecuentes incluyen:

A menudo, el dolor sube y baja en intensidad a lo largo del día, o experimenta picos agudos seguidos de periodos de remisión. Es importante no ignorar estos signos, pues un tratamiento temprano puede eludir complicaciones posteriores.


6. Diagnóstico Diferencial

6.1. Exploración Física

Un examen físico exhaustivo realizado por el traumatólogo especializado es imprescindible. Se llevan a cabo maniobras como:

Durante la exploración, también se evalúa la localización exacta del dolor, la sensación al tacto de la porción anterior y lateral del hombro, así como la movilidad activa y pasiva de la articulación.

6.2. Pruebas de Imagen

Manguito Rotador Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

La radiografía simple (normalmente en proyecciones anteroposterior, axilar y escápula en Y) es el método inicial para detectar visualmente la presencia de calcificaciones. Además, la ecografía ofrece un examen rápido y valioso para determinar la consistencia y el tamaño del depósito, así como el estado de otras estructuras. En casos más complejos o cuando se sospecha una patología añadida (por ejemplo, rotura del manguito rotador), la resonancia magnética (RM) resulta esencial.

6.3. Signos y Maniobras Específicas

En caso de tendinitis calcificante, con frecuencia se produce dolor localizado y exacerbado en la zona del supraespinoso durante la abducción entre 60° y 120° —lo que a veces se denomina el “arco doloroso”—. Asimismo, la palpación directa del troquíter (porción del húmero donde se inserta el supraespinoso) puede ser altamente dolorosa.


7. Tratamientos Conservadores

Antes de plantear la vía quirúrgica, las recomendaciones habituales incluyen un protocolo conservador que, en muchos casos, consigue aliviar la sintomatología y mejorar la movilidad.

7.1. Fisioterapia y Medicación

La fisioterapia juega un papel fundamental, ayudando a relajar la musculatura circundante, mejorar la amplitud de movimiento y fortalecer el manguito rotador. Entre las técnicas habituales se encuentran:

La medicación antiinflamatoria (AINES) o analgésica también puede ser útil, especialmente en fases de dolor agudo, siempre bajo prescripción y supervisión médica.

7.2. Infiltraciones y Ondas de Choque

En casos de dolor persistente, se suelen emplear infiltraciones de corticosteroides en la bolsa subacromial o alrededor del tendón del supraespinoso para reducir la inflamación local. Otra alternativa es la terapia de ondas de choque extracorpóreas (ESWT), que busca fragmentar el depósito calcificado y estimular la respuesta orgánica de curación. Sin embargo, no todos los pacientes responden igual a este tipo de terapias y algunos depósitos calcificados no se rompen con facilidad.

7.3. Otras Opciones No Quirúrgicas

Dentro de las medidas conservadoras, en algunos centros especializados se realiza la punción-aspiración ecoguiada -Barbotaje, que consiste en introducir una aguja en la zona calcificada para irrigar y aspirar parte del depósito, intentando descomprimir el tendón. Los resultados son variables, pero puede suponer una solución intermedia antes de contemplar la cirugía.


8. La Artroscopia como Tratamiento de Elección

slap hombro

Cuando los tratamientos conservadores fracasan, el dolor es severo o la limitación funcional impide llevar una vida normal, se considera la artroscopia.

8.1. Ventajas de la Artroscopia

8.2. Técnica Quirúrgica y Procedimiento

Para la artroscopia de hombro, el paciente generalmente se encuentra bajo anestesia regional (bloqueo interescalénico) o general. A través de pequeñas incisiones, se introduce un artroscopio que proyecta la imagen de la articulación en un monitor. Con instrumentos específicos, el cirujano localiza y extrae el depósito calcificado. Algunas veces, se practica un pequeño legrado en la zona tendinosa donde se aloja la calcificación, y si existen desgarros parciales, se reparan o refuerzan.

 

8.3. Complicaciones Potenciales

Como en toda cirugía, existen riesgos, aunque son escasos si el procedimiento es llevado a cabo por un especialista experimentado. Entre las complicaciones potenciales se incluyen:

Aun así, la literatura científica presenta porcentajes muy bajos de complicaciones, reforzando la seguridad de esta técnica frente a la cirugía abierta convencional.


9. Evidencia Cientifica

La evidencia científica respalda la eficacia de la artroscopia para el abordaje de la tendinitis calcificante del supraespinoso.


10. Protocolo de Rehabilitación Postoperatoria

Tras someterse a una artroscopia, el proceso de rehabilitación es fundamental para asegurar una recuperación óptima y evitar la recidiva del problema.

10.1. Fases de la Rehabilitación

  1. Fase de Inmovilización Relativa (1-2 semanas)
    • El hombro puede ir en un cabestrillo o inmovilizador para proteger la zona intervenida y permitir la fase inicial de cicatrización.
    • Se realizan movilizaciones pasivas suaves, evitando esfuerzos que puedan comprometer la cicatrización.
  2. Fase de Movilización Temprana (2-6 semanas)
    • Paulatinamente, el paciente inicia ejercicios activos asistidos de flexión y abducción, priorizando la movilidad sin causar dolor intenso.
    • Se recurre a la fisioterapia para relajar la musculatura contracturada, aplicar calor local o crioterapia según la fase inflamatoria, y ayudar en la enseñanza de movimientos correctos.
  3. Fase de Fortalecimiento Progresivo (6-12 semanas)
    • Conforme el dolor disminuye y la movilidad mejora, se agregan ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador y de la musculatura escapular: isométricos, isotónicos con bandas elásticas y pesas ligeras.
    • Se insiste en la propriocepción para readaptar el hombro a los gestos cotidianos y evitar compensaciones perjudiciales.
  4. Fase de Retorno a la Actividad Completa (12 semanas en adelante)
    • Cuando el paciente ha recuperado una fuerza y movilidad adecuadas, se reintroducen actividades específicas según sus necesidades (deportivas, laborales, etc.).
    • Las revisiones periódicas con el traumatólogo y el fisioterapeuta determinan el alta definitiva o la necesidad de prolongar algunos ejercicios de mantenimiento.

10.2. Ejercicios Clave para la Recuperación

10.3. Control del Dolor e Inflamación

A lo largo de todo el proceso, el control del dolor resulta esencial para favorecer la colaboración del paciente. Se pueden usar analgésicos, antiinflamatorios y, en ocasiones, terapia de hielo o frío local para minimizar la inflamación tras las sesiones de fisioterapia.


11. Prevención de la Tendinitis Calcificante

Aunque no siempre se puede impedir la formación de depósitos calcificados, existen medidas preventivas que podrían reducir el riesgo:

  1. Mantener una Buena Higiene Postural:
    Adoptar posturas correctas al sentarse, levantar objetos y realizar labores domésticas o profesionales, con el fin de no sobrecargar el hombro.
  2. Ejercicio Físico Moderado:
    Fortalecer la musculatura de la cintura escapular y del manguito rotador a través de rutinas dirigidas por un profesional. Evitar esfuerzos excesivos o repentinos, especialmente por encima del nivel de la cabeza.
  3. Control de Enfermedades Sistémicas:
    Mantener a raya la diabetes, vigilar la función tiroidea y asistir a revisiones periódicas si se sufre de patologías crónicas relacionadas con desequilibrios hormonales.
  4. Atención Temprana ante Dolor Inusual:
    Consultar con un traumatólogo especialista en hombro cuando se observe un dolor persistente o limitación de la movilidad, en lugar de posponer la visita hasta que los síntomas sean incapacitantes.

12. Preguntas Frecuentes de los Pacientes

  1. ¿Es la artroscopia el único tratamiento eficaz para la tendinitis calcificante?
    No. Aunque la artroscopia suele emplearse en casos refractarios al tratamiento conservador o cuando el dolor es muy intenso, opciones como la fisioterapia, las infiltraciones o las ondas de choque pueden ayudar en etapas iniciales o en calcificaciones de menor tamaño.
  2. ¿Cuándo puedo retomar mis actividades habituales después de la cirugía?
    Depende de cada paciente, del tamaño del depósito y de la complejidad de la intervención. Normalmente, en unas 8-12 semanas, la mayoría de las personas puede reanudar muchas de sus actividades, siempre y cuando cumplan un protocolo de rehabilitación estricto.
  3. ¿Hay riesgo de que se forme de nuevo la calcificación tras la artroscopia?
    El riesgo de recidiva existe, pero es bajo. Muchos estudios documentan un porcentaje mínimo de reaparición, sobre todo cuando se cuidan los factores biomecánicos y se practica una adecuada rehabilitación.
  4. ¿Existen complicaciones comunes tras la operación?
    Las complicaciones graves son poco frecuentes. Podrían darse infecciones superficiales, rigidez articular temporal o dolor residual. Por eso resulta fundamental seguir las pautas médicas y de fisioterapia.
  5. ¿El tratamiento es doloroso?
    La cirugía se realiza bajo anestesia, por lo que no se experimenta dolor durante el procedimiento. En la fase postoperatoria, se controla el dolor con fármacos analgésicos y antiinflamatorios, y la rehabilitación se adapta progresivamente a la tolerancia de cada paciente.
  6. ¿Qué ocurre si tengo que trabajar con los brazos elevados constantemente?
    Si tu profesión demanda movimientos repetitivos por encima de la cabeza, es recomendable ajustar y vigilar la ergonomía. El fisioterapeuta podrá sugerirte ejercicios específicos de fortalecimiento y pausas de recuperación para minimizar la irritación del tendón.
  7. ¿Cómo saber si la fisioterapia sola resolverá mi problema?
    Una valoración individualizada por parte del especialista es la mejor manera de determinar si tu calcificación puede disolverse o reducirse con intervenciones conservadoras. Suele tenerse en cuenta el tamaño y la consistencia del depósito, la edad, las condiciones sistémicas y la tolerancia al dolor.

13. Conclusión

La tendinitis calcificante del supraespinoso representa un desafío tanto para los pacientes que la padecen como para los profesionales de la salud que la abordan. Su impacto en la calidad de vida puede ser considerable, especialmente cuando el dolor nocturno, la pérdida de fuerza y la incapacidad funcional dificultan las actividades más elementales. Un diagnóstico precoz, acompañado de un adecuado abordaje terapéutico, puede cambiar radicalmente la perspectiva de la persona afectada.

En muchos casos, la artroscopia aparece como la solución definitiva. Sus ventajas en términos de menor invasión quirúrgica, mejor visualización de la lesión y posibilidad de reparar daños asociados confirman la validez de este procedimiento, respaldada por una evidencia sólida y un seguimiento a medio y largo plazo.

Con la ayuda de un equipo multidisciplinar (traumatólogo, fisioterapeuta, rehabilitador y otros profesionales sanitarios), podemos acompañarte hasta la recuperación completa. Tu salud y tu bienestar merecen la mejor atención posible.


14. Referencias Bibliográficas
  1. Kim YK, Shin YC, Lee JG, Kim JH, Park KY, Noh KC, Baek SH.
    “Arthroscopic Treatment of Calcific Tendinitis of the Supraspinatus Tendon: Clinical and Radiologic Outcomes at a Minimum Follow-up of Two Years.”
    The American Journal of Sports Medicine. 2020;48(7):1667–1674.
  2. Balke M, Bielefeld R, Schmidt C, Dedy N, Liem D, Schulte TL.
    “Arthroscopic Removal of Calcific Deposits in Calcific Tendinitis of the Rotator Cuff: Is There a Need for Complete Deposit Removal?”
    Arthroscopy. 2019;35(7):1892–1900.
  3. Malahias MA, Kostretzis L, Chronopoulos E, Antonogiannakis E, Brilakis E, Avramidis G.
    “Long-term Results of Arthroscopic Management of Calcific Rotator Cuff Tendinitis: A 5-Year Minimum Follow-up Study.”
    Journal of Shoulder and Elbow Surgery. 2021;30(9):1963–1971.

 

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