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Complicaciones protésicas.
Infección, aflojamiento, inestablidad.

Tabla de Contenido

Los implantes protésicos de rodilla han avanzado de forma importante en los últimos años. Están formados por aleaciones de metales que se integran mejor en el hueso y polietilenos de ultra alta densidad que hacen que el desgaste protésico sea casi inexistente. Más del 80% de las prótesis implantadas están preparadas para durar más de 20 años, aunque hay muchos factores que pueden condicionar este tiempo como la edad, el peso, la calidad ósea, la técnica quirúrgica o la actividad del paciente.

Aflojamiento o inestabilidad protésica

La complicación más habitual es el aflojamiento protésico y en esos casos se debe plantear el recambiar la prótesis.

La movilización o el aflojamiento de una prótesis de rodilla supone una de las complicaciones relacionadas con la cirugía protésica que provocan mayor incapacidad. La movilización supone casi siempre dolor, que puede ir acompañado de inestabilidad, con la pérdida de funcionalidad y calidad de vida del paciente.

El dolor suele ser mixto, aunque fundamentalmente ocurre cuando el paciente está de pié y apoya la extremidad.

En ocasiones, la movilización de los componentes hace perder la estabilidad del hueso, provocando defectos o erosiones óseas que complican las nuevas cirugías.

En esos casos existen prótesis especiales de reconstrucción que se cementan al hueso mediante unos vástagos y aumentan la estabilidad de la articulación.

El uso de materiales metálicos porosos como el Tantalio ( metal trabecular ) ha conseguido un aumento en la osteointegración y un aumento en la estabilidad en situaciones de pérdida de stock óseo. Presenta un bajo módulo de elasticidad, permitiendo una transmisión de cargas más fisiológica.Este material ayuda en gran medida a conseguir la estabilidad, junto con el aporte de injerto óseo.

Infección protésica

Tras el implante de una prótesis de rodilla siempre evaluamos la correcta evolución del proceso y detectamos signos de alarma que pueden llevar a una complicación quirúrgica.

Hemos de estar pendientes de la aparición de Dolor que no mejora con la toma de analgésicos. Inflamación progresiva de la articulación o aumento de las secreciones a través de la cicatriz quirúrgica. Si estos síntomas se acompañan de Fiebre mayor a 38,5 grados hemos de descartar una infección.

Infección precoz de prótesis de rodilla

En este momento precoz tras la cirugía, los pacientes suelen presentar todavía las grapas quirúrgicas, o se han retirado las suturas hace pocas semanas. En la valoración en Urgencias de los pacientes predominan los signos inflamatorios locales de la herida quirúrgica (celulitis, fístula), a diferencia de la infección crónica. Puede existir fiebre, afectación sistémica y bacteriemia ( presencia de bacterias en la sangre ).
Nuestro diagnóstico diferencial debe ser con Infección superficial de la herida quirúrgica, Hematoma o Artropatía inflamatoria aguda.

Los gérmenes más frecuentes implicados en la infección protésica son fundamentalmente por el germen Staphylococcus Aureus, seguido por el Staphylococcus Epidermidis, Streptococcus, Enterobacterias y Anaerobios.

Los estudios analíticos de sangre con los valores de PCR y VSG tienen alta sensibilidad, aunque baja especificidad para este proceso.

Ante una sospecha de Infección protésica aguda debemos realizar, además de una analítica sanguínea con los parámetros mencionados una técnica llamada Artrocentesis, que consiste en pinchar la articulación de la rodilla y extraer el líquido articular para analizar la presencia de gérmenes y las células que sugieren la presencia de infección (elevación de leucocitos polimorfonucleares y bajos niveles de Glucosa).

El tratamiento quirúrgico ante una infección precoz de una prótesis de rodilla o cadera NO implica necesariamente la retirada de la prótesis. Se suele realizar una técnica quirúrgica llamada ” Desbridamiento quirúrgico retentivo“, donde se realiza una limpieza exhaustiva de los tejidos alrededor de la prótesis y se cambian los componentes móviles de la prótesis (polietilenos).

Tras la cirugía, el paciente debe quedar ingresado en el Hospital donde administraremos antibióticos intravenosos de amplio espectro para resolver el problema de la infección. Más adelante el paciente suele tomar antibióticos en domicilio durante varias semanas más.

Síntomas y tratamiento de infección crónica de prótesis de rodilla

En ocasiones las infecciones de las prótesis se presentan de una forma más silente, sin fiebre ni síntomas sistémicos. Existen infecciones por gérmenes de baja virulencia, que crecen en la interfase entre cemento y hueso pero están controlados por nuestro sistema inmunitario durante varios periodos de tiempo.

Los síntomas de estas infecciones crónicas suelen ser el dolor, el aflojamiento protésico y la aparición progresiva de fístulas, o comunicación de la infección articular con la piel y supuración.

La infección de una prótesis de rodilla o cadera supone una gran complicación, tanto por el deterioro de la situación basal y funcional del paciente como por la necesidad de realizar tratamientos que pueden implicar una o varias cirugías (de recambio protésico ) y un periodo de incapacidad importante durante varios meses, con la comorbilidad que puede implicar en el paciente.

La infección asociada a un implante protésico siempre supone un deterioro anímico importante en el paciente, a la vez que funcional y de calidad de vida, donde las esperanzas de recuperación se desvanecen, al menos temporalmente. Por ello es un gran reto para el cirujano ortopédico abordarlas de una manera efectiva y realizar tratamientos protocolizados y abordarlos desde una perspectiva multidisciplinar.

Es por ello de la existencia de Equipos de Traumatólogos especializados en el tratamiento de las Infecciones Agudas o Crónicas relacionadas con las prótesis articulares. Igualmente, el tratamiento multidisciplinar junto con el Especialista en Enfermedades Infecciosas garantiza el buen uso y manejo protocolos actualizados frente a la infección protésica.

Es importante evaluar antes de implantar una prótesis la calidad de vida del paciente y las enfermedades asociadas.

Se ha demostrado que la presencia de Diabetes, Artritis Reumatoide, la Obesidad, las infecciones urinarias de repetición y el tratamiento continuado con corticoides aumentan de forma considerable el riesgo de infección tras una cirugía protésica.

En función del tiempo desde el implante protésico se podrá realizar una cirugía de limpieza ( desbridamiento ), sin necesidad de retirar la prótesis, o realizar una o varias cirugías de recambio de la prótesis.

Cuando se realiza el llamado recambio “en dos tiempos” se realiza inicialmente la retirada completa de la prótesis, colocando una prótesis temporal (formada por polimetilmetacrilato y antibióticos ). El paciente precisará antibióticos durante varias semanas, pudiendo realizar la segunda cirugía más adelante donde se colocará nuevamente otra prótesis de reconstrucción articular.

"Mi Compromiso es tu Salud y el Trabajo en Equipo. Intentaré explicarte qué es lo que te ocurre y trabajaremos juntos para resolver el problema. "


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