Procedimientos Área pacientes

Step Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

 

 

En la tendinopatía rotuliana, la evidencia científica sugiere que los procesos de curación y remodelación tendinosa necesitan varias semanas o incluso meses para completarse. Revisiones en guías internacionales de medicina deportiva, coinciden en que, por lo general, se necesitan programas de rehabilitación de entre 12 y 16 semanas para lograr cambios estructurales y funcionales sólidos en el tendón rotuliano. Aun así, algunos pacientes podrían requerir plazos más largos, especialmente si la lesión es recurrente o muy crónica.

Tabla de Contenido

Fase 1 (Semanas 1 a 3): Control del Dolor y Ejercicios Isométricos

Objetivo principal: Aliviar la irritación del tendón, controlar el dolor agudo o subagudo y comenzar la activación muscular de manera controlada sin sobrecargar el tendón.

  • Reposo activo y educación:
    • Se recomienda reducir o pausar temporalmente aquellas actividades de alto impacto (correr, saltar, deportes con cambios bruscos de dirección).
    • Explicar al paciente la importancia del control de la carga y del cumplimiento estricto del programa de ejercicios.
  • Ejercicios isométricos (prioritarios en esta fase)
    • Sentadilla isométrica contra la pared: 3-4 series, manteniendo 30-45 segundos, con la rodilla flexionada aproximadamente a 60° (o el ángulo que genere una molestia soportable, <3/10 en escala de dolor). Descansar 30-60 segundos entre series.
    • Isométricos de cuádriceps en extensión de rodilla: se puede realizar sentado con la pierna estirada, contrayendo el cuádriceps durante 5-10 segundos, descansando otros 5 segundos, completando 10-12 repeticiones por sesión.
  • Terapias complementarias
    • Aplicación de frío local (crioterapia) inmediatamente tras los ejercicios, especialmente si hay sensibilidad aumentada o inflamación local.
    • Uso de técnicas de fisioterapia manual en la musculatura adyacente (masajes en cuádriceps, músculos de la cadera e isquiotibiales) para reducir tensiones.
    • Electroterapia o TENS según criterio del fisioterapeuta para aliviar dolor.
  • Frecuencia semanal
    • Realizar los ejercicios isométricos al menos 4-5 días/semana.
    • Incorporar uno o dos días de recuperación o actividades de bajo impacto (caminar suave, nadar a ritmo moderado) sin provocar dolor relevante.

Fase 2 (Semanas 4 a 6): Inicio de Ejercicios Isotónicos y Progresión de Carga

Step Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

Objetivo principal: Comenzar a exponer el tendón a cargas dinámicas controladas, mejorar la fuerza muscular global y mantener un estímulo moderado que favorezca la reorganización del colágeno.

  • Mantener los isométricos
    • Continuar 2-3 veces por semana con ejercicios isométricos para seguir modulando el dolor y sostener la activación muscular. Se puede reducir ligeramente la duración de la contracción (p. ej., 20-30 segundos) si el dolor lo permite y compensarlo con un mayor número de repeticiones.
  • Incorporación de ejercicios isotónicos (concéntricos y excéntricos moderados)
    • Sentadilla bilateral (concéntrica-excéntrica): 3 series de 10-12 repeticiones. Controlar la fase de bajada (3 segundos) y la de subida (1-2 segundos).
    • Prensa de piernas en gimnasio (si se dispone de maquinaria): trabajar un rango de movimiento cómodo, con resistencias ligeras a moderadas, buscando siempre un dolor <3/10.
    • Ejercicio excéntrico con step o cajón: paso adelante y bajada lenta con la pierna afectada (soportando la fase excéntrica), volviendo con ayuda de la pierna sana. Empezar con 2 series de 8-10 repeticiones, aumentando según tolerancia.
  • Control de la progresión
    • Se sugiere no aumentar más del 10-15% la intensidad de los ejercicios (peso, resistencia o número de repeticiones) por semana.
    • Ajustar la carga si el dolor posterior al ejercicio permanece más de 24 horas con una intensidad >4/10.
  • Otras consideraciones
    • Se pueden introducir ejercicios de estabilidad y propiocepción (ej. equilibrio a una pierna sobre superficie estable y, progresivamente, sobre superficie inestable) para mejorar el control neuromuscular.
    • Emplear un calentamiento de 5-10 minutos (bicicleta estática o caminar ligero) antes de iniciar la sesión de fuerza.
    • Continuar con fisioterapia manual y crioterapia en caso de molestias.

Fase 3 (Semanas 7 a 9): Fortalecimiento Avanzado y Trabajo Excéntrico Específico

Objetivo principal: Intensificar el fortalecimiento, particularmente en la fase excéntrica (bajada), ya que los estudios de Couppe et al. (2020) y otras guías internacionales apuntan a la eficacia de la carga excéntrica en la recuperación de la tendinopatía rotuliana.

  • Programa excéntrico estructurado
    • Sentadilla excéntrica unipodal: Bajar en 3-4 segundos y subir ayudándose con ambas piernas (o con la pierna contraria si hay dolor). Realizar 3 series de 8-10 repeticiones por pierna.
    • Descenso controlado en escalón: Empezar con un escalón de baja altura (10-15 cm). Con la pierna afectada, descender lentamente en 3-4 segundos y regresar a la posición inicial con el apoyo de la pierna sana.
    • Ejercicios en prensa de piernas con énfasis en la fase excéntrica: Aumentar la resistencia (sin exceder el umbral de dolor) y prolongar el tiempo de bajada.
  • Introducción progresiva a cargas más demandantes
    • Se puede aumentar el peso utilizado en un 10% cada 1-2 semanas, siempre que no exista un incremento del dolor más allá de lo tolerable.
    • Vigilancia del fisioterapeuta o entrenador para garantizar la técnica correcta, evitando valgo de rodilla o mala alineación rotuliana.
  • Frecuencia semanal y complementos
    • Realizar ejercicios de fuerza al menos 3 veces/semana, dejando 48 horas de recuperación entre sesiones intensas.
    • Introducir ejercicios de core y estabilización de la cadera (puentes de glúteo, planchas) para asegurar un buen soporte mecánico de la rodilla.
    • Monitorear el dolor post-ejercicio y la respuesta al día siguiente para ajustar la intensidad.

Fase 4 (Semanas 10 a 12): Pliometría y Retorno Progresivo a la Actividad

Box Jump Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

Objetivo principal: Preparar de forma paulatina al tendón para esfuerzos con alta demanda elástica, propios de actividades de salto, sprint y cambios de dirección.

  • Ejercicios pliométricos de bajo impacto
    • Saltos en el lugar (bajos): Por ejemplo, saltos a pies juntos con un rango de amplitud limitado, 2-3 series de 10 repeticiones.
    • Saltos sobre línea: Saltitos laterales con ambas piernas, progresando a salto unipodal solo si no genera dolor excesivo.
    • Box Jump (salto al cajón) de poca altura (20-30 cm) con descenso controlado.
  • Revisión biomecánica y técnica
    • Revisar la técnica de salto y aterrizaje, fomentando la flexión de rodillas y cadera a la hora de caer para distribuir las cargas de forma adecuada.
    • Ajustar posición y alineación de la rótula con ejercicios específicos de control motor si existe tendencia al valgo de rodilla.
  • Retorno gradual a actividades deportivas específicas
    • Se pueden introducir carreras suaves en llano (2-3 días/semana), incrementando gradualmente distancia e intensidad.
    • En deportes como baloncesto o voleibol, comenzar con sesiones de tiro o trabajo de pases, evitando inicialmente los saltos intensos.
    • Si en 24 horas post-ejercicio hay un dolor marcado (>4/10), se reduce la intensidad o se vuelve a la fase anterior por 1-2 semanas.

Fase 5 (Semanas 13 a 16): Reacondicionamiento Deportivo y Prevención de Recaídas

Objetivo principal: Afianzar la funcionalidad del tendón, la fuerza y la estabilidad, de modo que el paciente recupere su nivel previo de actividad o de competición sin recaídas.

  • Aumento de la intensidad y especificidad
    • Entrenamiento pliométrico avanzado: Saltos a mayor altura, ejercicios de aceleración y deceleración, cambios de dirección a velocidades progresivas.
    • Simulaciones reales: En deportes de equipo, realizar ejercicios que incluyan desplazamientos laterales, frenadas bruscas y saltos competitivos.
  • Control de la fatiga y planificación del entrenamiento
    • Mantener al menos 2 días de recuperación activa por semana (bicicleta suave, nado moderado), complementados con ejercicios de fuerza de soporte para la rodilla.
    • Incluir estiramientos específicos (cuádriceps, isquiotibiales, gemelos) y masajes o foam roller para minimizar la sobrecarga acumulada.
  • Evaluación final
    • Antes del alta deportiva total, se recomienda una evaluación funcional (por ejemplo, pruebas de salto unipodal, fuerza máxima en cuádriceps, tolerancia al sprint y a cambios de dirección).
    • Comparar la pierna afectada con la sana. Idealmente, la fuerza y resistencia deben ser prácticamente simétricas.

Mantenimiento Posterior y Consejos Clave

Aunque hayas completado las 16 semanas de rehabilitación, es fundamental incorporar un programa de mantenimiento de la fuerza y la movilidad para evitar recaídas. Se aconseja:

  1. Continuar con ejercicios excéntricos de forma regular, al menos 1-2 veces por semana.
  2. Programar descansos adecuados y periodizar los entrenamientos deportivos con la supervisión de un preparador físico o fisioterapeuta.
  3. Monitorizar signos de alerta: dolor al levantarse, inflamación persistente tras los entrenamientos o sensación de inestabilidad.
  4. Mantener una buena higiene postural y un calzado adecuado.
  5. Considerar la nutrición y el peso corporal como factores determinantes en la sobrecarga del tendón.

Apuntes Finales sobre el Plan de Rehabilitación

  • La duración de cada fase (3 o 4 semanas) es una pauta orientativa. Es posible que algunos pacientes necesiten más tiempo en la fase 2 o 3, mientras que otros avanzarán con mayor rapidez.
  • El monitorizar el dolor y la respuesta del tendón tras cada sesión es clave: si aparece un dolor intenso y persistente, se recomienda disminuir la carga y permanecer más tiempo en la fase correspondiente hasta lograr estabilidad en los síntomas.
  • Si bien la mayoría de los pacientes mejora con un abordaje conservador, aquellos con lesiones muy crónicas o con roturas parciales importantes podrían requerir evaluaciones adicionales y, eventualmente, procedimientos intervencionistas (ondas de choque, PRP, etc.).
  • El éxito a largo plazo radica en evitar una recaída a través del mantenimiento de hábitos saludables, la corrección de factores biomecánicos y el cumplimiento de un programa de fuerza continua.

Con este plan, se ofrece una ruta de rehabilitación adaptada a un proceso gradual de 12 a 16 semanas (o más, si fuese necesario). El objetivo es no solo superar el episodio de tendinitis rotuliana, sino reducir significativamente el riesgo de que reaparezca, permitiendo al paciente recuperar la confianza en la rodilla y volver a su actividad física o deportiva con normalidad.

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