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Fractura de muñeca rehabilitación Dr Eugenio Díaz Traumatólogo Granada

 

 

 

La fractura de muñeca, o más específicamente la fractura de radio distal, es una de las lesiones más frecuentes en el miembro superior, especialmente en adultos mayores con menor densidad ósea o en personas de mediana edad que presentan un traumatismo agudo durante la práctica deportiva o la actividad laboral. Cuando hablamos de fractura de radio distal, comúnmente denominada “fractura de muñeca”, nos referimos a la región más cercana a la articulación de la mano, fundamental para la movilidad y la funcionalidad del miembro superior.

La relevancia de la muñeca radica en la precisión con la que participamos en actividades cotidianas: desde sostener un vaso, escribir en un teclado, hasta levantar cargas moderadas o mover objetos de diverso tamaño. Por ello, asegurar una buena recuperación tras una fractura de muñeca es esencial para retomar la independencia y la calidad de vida. Sin un protocolo adecuado de rehabilitación, el paciente puede presentar dolor crónico, rigidez articular, pérdida de fuerza y limitaciones funcionales que impactan de manera significativa en su rutina diaria.

En los últimos años, múltiples estudios y ensayos clínicos han profundizado en la eficacia de los programas de ejercicios y fisioterapia para optimizar la recuperación de la función de la muñeca tras una fractura. Existen propuestas muy variadas que abarcan desde ejercicios básicos de rango articular y fortalecimiento, hasta técnicas más avanzadas de control neuromuscular y readaptación al gesto deportivo o laboral. El objetivo principal de esta guía es ofrecer una visión completa de un programa ejemplo de 12 semanas que contribuya a una rehabilitación efectiva, minimizando secuelas y potenciando la recuperación integral del paciente.

La información que se presenta a continuación es una síntesis sumamente detallada y exhaustiva, poniendo énfasis en los aspectos más relevantes para el paciente y para profesionales que buscan orientar su práctica clínica. Dado que cada paciente es único, siempre se recomienda la supervisión de un médico especialista en Traumatología y de fisioterapeutas con experiencia en la rehabilitación de miembros superiores. Sin embargo, esta guía proporciona un sólido punto de partida y una referencia confiable para la comprensión de los pasos que conducen a un restablecimiento funcional óptimo.

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ÍNDICE

  1. Definición y relevancia de la fractura de muñeca
  2. Causas y factores de riesgo
  3. Programa de rehabilitación de 12 semanas: fases y ejercicios clave
    5.1. Primera fase (Semanas 1-2)
    5.2. Segunda fase (Semanas 3-4)
    5.3. Tercera fase (Semanas 5-8)
    5.4. Cuarta fase (Semanas 9-12)
  4. Ejercicios específicos de fuerza, rango articular y propiocepción
  5. Nuevos enfoques terapéuticos y uso de tecnología en rehabilitación
  6. Prevención de complicaciones y recaídas
  7. Preguntas frecuentes de los pacientes
  8. Conclusiones

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  1. Tabla de Contenido

    DEFINICIÓN Y RELEVANCIA DE LA FRACTURA DE MUÑECA

La muñeca constituye la articulación compleja donde confluyen los huesos del antebrazo (radio y cúbito) con los huesos carpianos de la mano. Entre los distintos tipos de fractura de muñeca, la más habitual es la fractura de radio distal, que implica una rotura del extremo más próximo a la mano.

Su importancia médica se refleja en la alta incidencia tanto en adultos jóvenes que practican actividades deportivas de riesgo (ciclismo, patinaje, deportes de contacto), como en adultos mayores con osteoporosis o fragilidad ósea. Según estimaciones epidemiológicas, las fracturas de muñeca representan entre el 10% y el 25% de todas las fracturas tratadas en los servicios de emergencia. La alta frecuencia de este tipo de lesión se ve motivada a menudo por caídas sobre la palma de la mano con la muñeca en extensión, o accidentes de tráfico o deportivos.

  1. CAUSAS Y FACTORES DE RIESGO

2.1. Traumatismos agudos
La causa más frecuente de fractura de muñeca es el impacto directo al caer sobre la mano. La energía transmitida al antebrazo genera una fuerza superior a la resistencia ósea del radio, produciendo la fractura. Este mecanismo es común en deportes como el patinaje o el esquí, pero también se observa en caídas triviales de la vida cotidiana.

2.2. Osteoporosis y fragilidad ósea
Las fracturas de muñeca pueden considerarse fracturas de fragilidad cuando ocurren en personas de edad avanzada con menor densidad mineral ósea. La osteoporosis incrementa el riesgo de sufrir fracturas aun con traumatismos de baja energía. Muchos estudios señalan la fractura de muñeca como uno de los primeros signos de alerta de la osteoporosis en personas mayores, especialmente en mujeres postmenopáusicas.

2.3. Factores laborales
Algunas ocupaciones que implican movimientos repetitivos de la muñeca y la manipulación de cargas pueden predisponer a microtraumas acumulativos, debilitando las estructuras de soporte del radio. Además, trabajadores que ejercen su labor en alturas (con riesgo de caídas), o que manipulan maquinaria, pueden exponerse a traumatismos más intensos.

2.4. Deportes de alto impacto
El balonmano, el rugby, el hockey y el patinaje en línea son actividades con alta incidencia de caídas sobre la mano o colisiones fuertes, lo que aumenta el riesgo de fractura de muñeca.

PROGRAMA DE REHABILITACIÓN DE 12 SEMANAS: FASES Y EJERCICIOS CLAVE

La evidencia científica muestra que un plan de rehabilitación bien estructurado, con objetivos progresivos a lo largo de 12 semanas, acelera la recuperación de la movilidad y la fuerza, y reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo. A continuación, se describe una propuesta general inspirada en diversos protocolos internacionales, adaptada al contexto de un paciente adulto sin complicaciones severas y con luz verde por parte del especialista para iniciar la terapia.

Además, la experiencia clínica indica que respetar los tiempos de cicatrización y consolidación ósea es imprescindible para no comprometer la correcta formación de callo óseo y la estabilidad de la muñeca. Por ello, se aconseja una progresión gradual, con revisiones médicas y fisioterapéuticas constantes para ajustar la intensidad de los ejercicios y garantizar la seguridad del paciente.


3.1. PRIMERA FASE (SEMANAS 1-2)

Objetivos principales

  • Proteger la zona en proceso de consolidación.
  • Controlar el dolor y la inflamación.
  • Mantener la movilidad de las articulaciones no afectadas (dedos, codo, hombro).
  • Evitar la atrofia muscular total a través de ejercicios isométricos suaves.

Inmovilización y cuidados posquirúrgicos (si aplica)

Durante las dos primeras semanas, especialmente si ha existido intervención quirúrgica, es habitual el uso de vendaje o férula ortopédica de inmovilización que garantice la correcta alineación de los fragmentos óseos y reduzca la movilidad de la muñeca. En fracturas estables tratadas de manera conservadora, esta inmovilización también se aplica, aunque en ocasiones se retira parcialmente (bajo supervisión médica) para realizar ejercicios controlados.

Ejercicios recomendados en esta fase

  1. Movilizaciones de los dedos:

    • Flexiona y extiende cada dedo de la mano afectada con cuidado. Repite 10-15 veces por sesión, varias veces al día.
    • Beneficio: Evita la rigidez digital y facilita la circulación sanguínea, fundamental para la cicatrización.
  2. Elevación del brazo y uso de crioterapia:

    • Cuando sea posible, eleva el brazo afectado por encima del nivel del corazón, ayudando a disminuir la hinchazón.
    • Aplica frío local (con compresa fría envuelta en paño) durante 10-15 minutos.
    • Beneficio: Disminución de la inflamación, alivio del dolor.
  3. Ejercicios isométricos suaves:

    • Con la venda o la férula puesta, trata de contraer los músculos del antebrazo (flexores y extensores) sin generar movimiento de la muñeca. Mantén la contracción de 3 a 5 segundos y suelta.
    • Realiza de 5 a 10 repeticiones, 2-3 veces al día.
    • Beneficio: Minimizar la atrofia y mantener un ligero tono muscular.

Frecuencia y pautas generales

  • Frecuencia diaria de ejercicios de digitomovilidad, mientras que los isométricos se realizan con moderación según tolerancia al dolor.
  • La supervisión profesional resulta esencial para verificar que no exista dolor agudo o desplazamiento de la fractura.

3.2. SEGUNDA FASE (SEMANAS 3-4)

Objetivos principales

  • Iniciar la ganancia de rango de movimiento activo en la muñeca, según la pauta médica.
  • Reducir la dependencia de la inmovilización (si el traumatólogo lo considera oportuno).
  • Aumentar la intensidad de los ejercicios isométricos y comenzar con ejercicios dinámicos de leve resistencia.
  • Continuar controlando el dolor y la inflamación a través de técnicas de crioterapia o calor, según la recomendación profesional.

Ejercicios recomendados

  1. Movilizaciones activas y pasivo-asistidas de muñeca:

    • Flexión y extensión suaves, manteniendo el antebrazo apoyado en una mesa y la muñeca libre al borde.
    • Desviación radial y cubital con amplitud limitada al rango de comodidad.
    • Realizar 2-3 series de 10 repeticiones por cada movimiento, supervisando que el dolor no se intensifique de manera excesiva.
  2. Ejercicios con masilla de rehabilitación:

    • Amasar suavemente una masilla terapéutica (de densidad blanda o media) con la mano afectada, focalizándose en la musculatura de la palma y los dedos, pero sin forzar en exceso la muñeca.
    • Beneficio: Aumentar la fuerza de agarre, mejorar la movilidad de los dedos y la percepción sensorial en la mano.
  3. Isométricos de pronosupinación:

    • Con el codo a 90 grados pegado al cuerpo, sujeta la muñeca con la mano contraria y realiza presión para pronar y supinar el antebrazo sin que exista movimiento real.
    • Mantén 3-5 segundos la contracción, descansa y repite 8-10 veces.
  4. Actividades de la vida diaria (AVD) adaptadas:

    • Animar al paciente a usar la mano afectada para tareas cotidianas sencillas, como sostener un vaso ligero o manipular objetos pequeños, siempre dentro del umbral de dolor tolerable.

Importancia de la dosificación

En esta fase, resulta crucial no precipitar el aumento de la carga. El uso de férulas o soportes ligeros para la muñeca puede seguir siendo recomendable en ciertos momentos (por ejemplo, durante la noche o ante movimientos inesperados).


3.3. TERCERA FASE (SEMANAS 5-8)

Aquí se produce un salto cualitativo importante en la rehabilitación. La fractura, si ha evolucionado favorablemente, suele presentar un callo óseo que aporta mayor estabilidad, lo que posibilita incrementar la intensidad de los ejercicios de fuerza y comenzar a enfatizar la propiocepción y la reeducación neuromuscular.

Objetivos principales

  • Conseguir una ampliación significativa del rango articular, acercándose a la movilidad previa a la lesión.
  • Desarrollar fuerza y resistencia en los músculos flexores, extensores, pronadores y supinadores del antebrazo.
  • Mejorar la propiocepción y la estabilidad de la muñeca en movimientos complejos.
  • Preparar la muñeca para actividades de carga moderada, según la tolerancia individual.

Ejercicios recomendados

  1. Fortalecimiento progresivo con banda elástica:

    • Sujeta una banda elástica de resistencia baja o media con la mano afectada, mientras el otro extremo se ancla a un punto fijo. Realiza flexión de muñeca, extensión de muñeca, desviación radial y cubital.
    • Realiza 3 series de 10-15 repeticiones cada una, regulando la resistencia según la comodidad y la progresión que indique el fisioterapeuta.
    • Beneficio: Incremento de la fuerza muscular y estimulación de la estabilización dinámica de la articulación.
  2. Ejercicios de pronación-supinación con carga leve:

    • Con el codo flexionado a 90 grados y pegado al cuerpo, sujeta una pequeña pesa (0.5-1 kg) o una botella de agua.
    • Rota el antebrazo desde la palma arriba (supinación) a la palma abajo (pronación) de manera controlada.
    • Haz 2-3 series de 12-15 repeticiones, vigilando que no haya molestias excesivas.
  3. Propiocepción en superficie inestable:

    • Apoya la palma de la mano afectada sobre una pelota semiblanda o un disco de equilibrio pequeño.
    • Realiza apoyos ligeros, movimientos circulares o inclinaciones, tratando de mantener la estabilidad sin perder el control de la muñeca.
    • Beneficio: Mejora de la respuesta neuromuscular y de la conciencia corporal en la articulación lesionada.
  4. Ejercicios de agarre con pelota antiestrés:

    • Aprieta la pelota y suelta lentamente en series de 8-10 repeticiones, con la idea de aumentar progresivamente la resistencia.
    • Enfócate en que la muñeca permanezca en posición neutra o alineada, sin realizar compensaciones.
  5. Iniciación de actividades funcionales:

    • Para personas cuya labor o deporte implica movimientos repetitivos, se recomienda comenzar con gestos muy básicos que imiten parte de su rutina.
    • Por ejemplo, en caso de trabajadores de oficina: ejercicios de posicionamiento del teclado, movimientos de ratón con la muñeca lo más estable posible.
    • En caso de deportistas: empuñar una raqueta sin golpear, solo para recuperar la sensación y el agarre.

Precauciones y consejos

  • Se debe progresar gradualmente en la carga y la resistencia de las bandas elásticas, evitando sobreesfuerzos abruptos.
  • Continuar utilizando calor o frío según sea más beneficioso para aliviar tensión muscular o disminuir inflamaciones residuales.
  • Mantener una postura adecuada del hombro y el codo durante los ejercicios, ya que la compensación inadecuada puede derivar en patologías asociadas.

3.4. CUARTA FASE (SEMANAS 9-12)

En este tramo, los esfuerzos se encaminan a la recuperación casi plena de la función de la muñeca y a la adaptación final de la persona a sus requerimientos deportivos, laborales o de la vida diaria.

Objetivos principales

  • Alcanzar un rango de movilidad cercano al fisiológico.
  • Fortalecer los músculos de la muñeca y antebrazo hasta niveles suficientes para la mayoría de actividades de la vida diaria y/o el deporte en particular.
  • Mejorar la coordinación y la velocidad de reacción en movimientos específicos.
  • Prevenir recaídas y establecer hábitos saludables a largo plazo.

Ejercicios recomendados

  1. Entrenamiento de fuerza con incrementos graduales:

    • Sustituir las bandas elásticas ligeras por otras de mayor resistencia, o incorporar mancuernas entre 1 y 2 kg (o incluso más, dependiendo de la persona).
    • Continuar con flexión, extensión, pronación y supinación, añadiendo progresivamente más repeticiones o más resistencia.
  2. Ejercicios pliométricos suaves:

    • Por ejemplo, botar una pelota pequeña contra la pared y recogerla con la mano afectada, incrementando progresivamente la fuerza del lanzamiento.
    • Beneficio: Desarrollar potencia y reactividad, esenciales para ciertos deportes y para reacciones repentinas en la vida cotidiana.
  3. Simulación de gestos deportivos o laborales:

    • En deportistas: práctica controlada de swings (en tenis o pádel), recepción de balones con la mano afectada (en balonmano o baloncesto), uso progresivo de bastones en senderismo, etc.
    • En trabajadores manuales: manipulación de herramientas, pruebas de agarre de objetos con cierto peso, etc.
  4. Entrenamiento funcional avanzado:

    • Uso de poleas, ejercicios de cadena cinética cerrada, flexiones suaves de brazos apoyándose con la muñeca afectada (si la fuerza y estabilidad lo permiten).
    • Variaciones de planchas o apoyo prono moderado para intensificar la carga sobre la muñeca, siempre cuidando la correcta alineación y evitando dolores agudos.
  5. Test de fuerza y funcionalidad:

    • Se pueden utilizar dinamómetros para medir la fuerza de prensión y compararla con la mano sana.
    • Aplicar escalas funcionales (DASH, PRWE, etc.) para objetivar la evolución.

Recomendaciones finales en esta fase

  • Escuchar las señales del cuerpo: si aparece dolor punzante o inflamación tras un ejercicio, consultar con el fisioterapeuta para reducir la carga o adaptar la técnica.
  • Realizar un calentamiento previo y estiramientos posteriores para prevenir contracturas musculares.
  • Establecer un programa de mantenimiento a largo plazo, sobretodo para pacientes con osteopenia o antecedentes de fracturas previas.

EJERCICIOS ESPECÍFICOS DE FUERZA, RANGO ARTICULAR Y PROPIOCEPCIÓN

Dado que este punto también se ha de potenciar especialmente, profundizaremos en los ejercicios clave y en las adaptaciones que pueden aplicarse a lo largo de todo el proceso rehabilitador. Estos ejercicios muchas veces van evolucionando de versiones más sencillas y asistidas, a formas más exigentes y autónomas según el estado de la fractura y la tolerancia del paciente.

El objetivo de describirlos en un apartado especial es que el lector comprenda la lógica detrás de su progresión, así como la importancia de cada tipo de ejercicio en la recuperación integral de la muñeca.

4.1. Ejercicios de fuerza

La fuerza muscular en la muñeca y en los músculos del antebrazo (flexores, extensores, pronadores y supinadores) es determinante para realizar actividades que van desde sostener una taza de café hasta cargar bolsas de la compra o practicar deportes. Tras varias semanas de inmovilización o de reposo parcial, la masa muscular se reduce y el control neuromuscular sufre, por lo que un enfoque de refuerzo gradual es indispensable.

  1. Curls de muñeca con mancuerna

    • En posición sentada, con el antebrazo apoyado sobre el muslo o sobre una mesa, y la palma de la mano mirando hacia arriba (posición supina).
    • Sostén una mancuerna ligera (0.5 a 1 kg al inicio) y flexiona la muñeca hacia arriba de manera lenta, luego desciende controladamente.
    • Comienza con 2 series de 8 repeticiones y aumenta hasta 3 series de 12-15 conforme avances.
  2. Extensión de muñeca con mancuerna

    • Similar a la anterior, pero con la palma mirando hacia el suelo (posición prona).
    • Sube la mano alejándola del suelo, enfocándote en contraer los extensores de la muñeca.
  3. Ejercicios de desviación radial y cubital con banda elástica

    • Coloca la banda bajo el pie o anclada a un punto fijo a la altura apropiada.
    • Sostén el extremo libre con la mano y, con la muñeca en posición neutra, realiza un movimiento de desviación radial (llevando el pulgar hacia arriba) y luego un movimiento de desviación cubital (llevando el meñique hacia el costado).
  4. Ejercicios de prensión

    • Utiliza un “grip strengthener” (dispositivo de agarre regulable) o una pelota de goma.
    • Ajusta la resistencia de forma progresiva. Practica 2-3 series de 10-12 repeticiones, manteniendo la contracción unos segundos cada vez.

4.2. Ejercicios de rango articular

El rango articular puede verse gravemente comprometido después de una inmovilización. La rigidez tiende a asentarse si no se realizan movimientos controlados en las diferentes direcciones que admite la muñeca: flexión, extensión, desviación radial y cubital, y rotaciones del antebrazo (pronación y supinación).

  1. Rotación pasiva asistida

    • Con el codo flexionado a 90 grados y pegado al torso, usa la mano contraria para sujetar la muñeca lesionada.
    • Gira suavemente la muñeca hacia la palma arriba y luego hacia la palma abajo, manteniendo unos segundos en cada extremo (sin dolor excesivo).
  2. Movilización en agua tibia

    • Algunos fisioterapeutas recomiendan sumergir la muñeca en agua tibia para disminuir la resistencia y facilitar la relajación muscular.
    • Dentro del agua, realiza movimientos suaves de todas las direcciones, aprovechando la flotabilidad para proteger la articulación.
  3. Ejercicios de estiramiento

    • Estira con cuidado los músculos flexores y extensores de la muñeca, sujetando los dedos y llevando lentamente la muñeca hacia la flexión o la extensión máximas tolerables.
    • Mantén cada estiramiento 10-20 segundos, sin forzar hasta el dolor agudo.

4.3. Ejercicios de propiocepción y control neuromuscular

La propiocepción es la capacidad de percibir la posición y el movimiento de nuestras articulaciones y extremidades en el espacio. Tras una lesión, especialmente una fractura con inmovilización prolongada, el cerebro “olvida” en cierta medida cómo coordinar la muñeca en distintas situaciones. El entrenamiento propioceptivo busca reactivar este sistema.

  1. Apoyo en superficies inestables

    • Apoya la palma de la mano sobre un cojín inestable o un balón.
    • Realiza pequeños movimientos circulares, oscilaciones o presiones, de modo que la muñeca deba adaptarse continuamente para mantener la estabilidad.
  2. Manipulación de objetos con texturas o pesos distintos

    • Coge bolas de diferentes tamaños o pesos, pasándolas de una mano a otra, o colocándolas en diversos recipientes.
    • Esto obliga a la muñeca a adaptarse a variaciones de fuerza y agarre.
  3. Ejercicios con ojos cerrados

    • Para avanzar en la propiocepción, a veces se pide al paciente que realice pequeñas movilizaciones o sujeciones con la vista bloqueada, confiando exclusivamente en el sentido propioceptivo para calibrar la posición articular.
  4. Ejercicios con feedback externo

    • Se puede usar un láser o puntero acoplado a la mano o antebrazo, de manera que el paciente trate de seguir una línea o figura en la pared, mejorando la precisión de los movimientos.

4.4. Progresión y control del dolor

Es capital destacar que, aunque estos ejercicios se describan por separado, en la práctica clínica suelen integrarse en sesiones que combinan fuerza, movilidad y propiocepción de manera fluida. La progresión debe ser acompañada siempre de una evaluación continua del dolor y la posible inflamación posterior a las sesiones. Un leve aumento de la molestia puede ser normal, pero el dolor agudo o insoportable indica que se ha sobrepasado el límite y conviene reducir la intensidad o modificar la técnica.

NUEVOS ENFOQUES TERAPÉUTICOS Y USO DE TECNOLOGÍA EN REHABILITACIÓN

La investigación reciente ha incorporado elementos tecnológicos para potenciar la recuperación:

  • Terapia con realidad virtual: Simulación de escenarios interactivos que fomentan la participación y la adherencia del paciente. Algunos estudios indican mejoras en la motivación y en la amplitud de movimiento.
  • Monitorización a distancia (tele-rehabilitación): El uso de aplicaciones y videollamadas entre paciente y fisioterapeuta permite hacer un seguimiento más cercano de la evolución, ofreciendo la posibilidad de supervisar los ejercicios desde el hogar.
  • Sensores de movimiento y “wearables”: Dispositivos que cuantifican las repeticiones, el rango articular y la fuerza aplicada, proporcionando retroalimentación en tiempo real.Una vez alcanzada la consolidación de la fractura, es vital prevenir complicaciones que pueden minar la calidad de vida del paciente:

 

PREVENCIÓN DE COMPLICACIONES Y RECAÍDAS

  • Adherencia a la fisioterapia: Seguir el calendario de citas y las indicaciones del equipo médico y de rehabilitación. Abandonar prematuramente el tratamiento incrementa el riesgo de pérdida de movilidad y de rigidez crónica.
  • Mantenimiento de la densidad ósea: Realizar chequeos periódicos y, en caso de osteopenia u osteoporosis, seguir las pautas dietéticas y farmacológicas (calcio, vitamina D, bifosfonatos, etc.) recomendadas por el especialista.
  • Protección en actividades de riesgo: Emplear muñequeras o protecciones en deportes de impacto o en trabajos que supongan riesgo elevado de caídas o traumatismos.
  • Progresión gradual de la carga: Al retomar la actividad física o labores cotidianas que requieran esfuerzos importantes, es esencial incrementar gradualmente la intensidad.

PREGUNTAS FRECUENTES DE LOS PACIENTES

1) ¿Cuándo puedo volver a conducir?
Generalmente, se recomienda retomar la conducción tras asegurar un rango de movilidad y fuerza adecuados para controlar el volante y reaccionar ante imprevistos. Esto puede ocurrir entre la sexta y octava semana, pero siempre con la aprobación del especialista.

2) ¿Necesito llevar férula durante todo el día?
Dependerá de la fase de la recuperación y de la indicación del traumatólogo. En fases tempranas, se usa una férula (o yeso) constante. Luego, se va retirando progresivamente para permitir la movilidad y ejercicios terapéuticos.

3) ¿Puedo evitar la cirugía con ejercicios?
En fracturas estables y con buen alineamiento, el tratamiento conservador y la rehabilitación pueden ser suficientes. Sin embargo, en fracturas con desplazamiento o complicaciones, la cirugía puede ser imprescindible.

4) ¿Sentiré dolor durante los ejercicios de rehabilitación?
Una ligera molestia es normal, pero el dolor intenso no lo es. Se debe ajustar la intensidad de los ejercicios al umbral de dolor del paciente. De ser necesario, se utilizan técnicas de crioterapia o calor local, y se reconsidera la progresión si hay inflamación significativa.

5) ¿Cuánto tiempo tardaré en recuperar la fuerza por completo?
La recuperación completa puede tomar varios meses, incluso después del programa de 12 semanas. Seguir ejercicios de mantenimiento y fortalecer gradualmente ayuda a recuperar la fuerza al máximo.

CONCLUSIONES

La fractura de muñeca es una lesión con un alto impacto en la funcionalidad de la mano y, por ende, en la independencia del paciente. Afortunadamente, la evidencia científica ha señalado con claridad la utilidad de un programa exhaustivo de ejercicios y fisioterapia estructurados en un periodo de 12 semanas. Este protocolo, en conjunto con el seguimiento médico y la implicación activa del paciente, constituye la piedra angular para lograr una recuperación completa.

La clave del éxito radica en el abordaje multidisciplinar y progresivo: inmovilización o intervención quirúrgica cuando procede, seguida de una estrategia de rehabilitación progresiva, control del dolor, movilizaciones precoces, ejercicios de fuerza, propiocepción y, finalmente, la reincorporación a las actividades de la vida diaria y al deporte si fuera el caso. Cada fase se construye sobre la anterior, con la vista puesta en la restauración total de la función articular.

Si bien la lectura y el aprendizaje son pasos importantes para comprender el proceso, el apoyo de un equipo médico especializado asegura la corrección de la técnica, la adaptación individualizada y el manejo de cualquier complicación que pueda surgir. Esto permite al paciente ganar confianza en sí mismo y visualizar el resultado exitoso de su recuperación. Como siempre, si te encuentras en una situación similar, no dudes en contactar con un traumatólogo experto en muñeca, como el Dr. Eugenio Díaz, que podrá guiarte de manera personalizada.

 

 

 

 

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