Lesiones de rodilla
Lesiones de menisco
Lesiones del ligamento cruzado anterior
Lesiones del ligamento cruzado posterior
Condromalacia, lesiones del cartílago articular
Artrosis y prótesis de rodilla
Complicaciones protésicas. Infección, aflojamiento, inestabilidad
Tendinitis rotuliana
Síndrome de Cintilla iliotibial
Lesiones de hombro
Tendinitis y bursitis
Roturas del manguito rotador. Supraespinoso, infraespinoso, subescapular.
Luxaciones del hombro.
Lesiones Slap
Inestabilidad en el deporte.
Calcificaciones en el hombro.
Lesiones en el espacio subacromial.
Capsulitis adhesiva. Hombro congelado.
Lesiones de cadera
Artrosis y prótesis de cadera
Complicaciones protésicas. Infección, aflojamiento, inestabilidad.
Choque femoroacetabular. Artroscopia de cadera.
Bursitis de cadera. Troncanteritis.
Lesiones de tendones de glúteo, piramidal isquiotibiales.
Lesiones de codo, mano y muñeca
Epicondilitis y epitrocleítis.
Tendinitis de De Quervain.
Síndrome del tunel carpiano.
Dedo en resorte.
Las lesiones del labrum de la cadera se han convertido, en los últimos años, en uno de los temas más discutidos y estudiados dentro de la traumatología y la medicina deportiva. El labrum de la cadera, aunque pequeño, desempeña un papel inmenso en la estabilidad y el buen funcionamiento articular. Su deterioro, daño o rotura puede generar síntomas que van desde el dolor inguinal hasta la imposibilidad de realizar actividades cotidianas con comodidad.
Con el avance de la medicina y la difusión de nuevas técnicas de imagen, se ha logrado identificar con mayor frecuencia y precisión las lesiones de labrum acetabular. Esto ha conducido a una optimización de los tratamientos, tanto conservadores como quirúrgicos, en especial mediante artroscopia de cadera, un procedimiento mínimamente invasivo que facilita la recuperación del paciente y reduce la morbimortalidad asociada.
En las próximas páginas, realizaremos un viaje profundo y minucioso a través de las causas, síntomas, métodos diagnósticos, opciones de tratamiento y medidas de prevención relacionadas con la lesión del labrum de la cadera. Si eres paciente o familiar de alguien que padece de problemas en la articulación de la cadera, esta lectura te brindará la información necesaria para entender la lesión, sus implicaciones y las posibles vías de solución. ¿Listo para profundizar?
Tabla de Contenido
La cadera es una articulación de tipo enartrosis, formada por la cabeza del fémur y el acetábulo de la pelvis. El labrum acetabular, a grandes rasgos, es un anillo de fibrocartílago que se adhiere al borde del acetábulo. A pesar de su aparente sencillez, cumple una función biomecánica crucial:
Anatómicamente, el labrum puede sufrir lesiones a lo largo de todo su contorno, aunque las roturas se describen con mayor frecuencia en la región anterosuperior. Dado que el suministro sanguíneo del labrum es relativamente limitado, los procesos de cicatrización natural pueden verse comprometidos, dificultando la curación espontánea de las roturas significativas.
Existen múltiples factores que pueden ocasionar una lesión del labrum. Entre los más comunes, se destacan:
El daño al labrum, sumado a cualquier otra alteración del cartílago, puede desencadenar procesos inflamatorios en la cadera y favorecer la aparición de osteoartrosis precoz si no se diagnostica y trata de manera apropiada.
Algunos factores que pueden incrementar la probabilidad de lesión labral incluyen:

Los síntomas de una lesión del labrum acetabular suelen ser bastante característicos, aunque pueden solaparse con otras patologías de cadera. Entre los más frecuentes:
El dolor, por lo general, empeora tras largas caminatas, carreras o actividades deportivas que impliquen movimientos de rotación y flexión repetidos. En fases avanzadas, la calidad de vida del paciente se ve seriamente afectada, teniendo dificultades para actividades tan cotidianas como subir escaleras o ponerse los zapatos.
El diagnóstico de una lesión de labrum empieza con la anamnesis (interrogatorio médico) y la exploración física. Existen maniobras específicas que pueden indicar sospecha de lesión:
Para confirmar el diagnóstico, se emplean pruebas de imagen como:
En algunos casos, si persiste la duda diagnóstica, se puede recurrir directamente a la artroscopia diagnóstica, que permite observar el interior de la articulación y confirmar la existencia de daño.
Antes de plantear la cirugía, muchos pacientes se benefician de tratamientos conservadores, especialmente si la lesión no es de gran magnitud o si los síntomas son moderados:
El periodo de rehabilitación inicial puede durar varias semanas. El objetivo principal es reducir la inflamación, recuperar la movilidad sin dolor y fortalecer los músculos de la pelvis para que brinden un sostén efectivo a la articulación.
Las intervenciones quirúrgicas para abordar las lesiones del labrum acetabular han evolucionado de manera significativa en la última década, en gran medida gracias a los avances en el campo de la artroscopia. Este procedimiento mínimamente invasivo permite al cirujano visualizar y tratar las estructuras internas de la cadera con mayor precisión, minimizando el traumatismo en los tejidos blandos que rodean la articulación. A continuación, se describen con mayor profundidad las indicaciones, las técnicas y las consideraciones más relevantes en torno a la artroscopia de cadera y otros abordajes quirúrgicos avanzados.
La cirugía para las lesiones del labrum de la cadera se valora cuando:
La decisión quirúrgica se sustenta en pruebas de imagen (radiografías, RM, artro-RM, TC) y en la correlación clínica (historia médica, exploración física), valorando de forma individualizada la presencia de lesiones asociadas, el estado del cartílago articular y la morfología anatómica de la articulación.
La artroscopia de cadera consiste en introducir una cámara diminuta (artroscopio) a través de pequeñas incisiones (portales) en la zona lateral o anterior de la cadera. Con uno o más portales adicionales se accede al instrumental quirúrgico específico para realizar las intervenciones necesarias. Entre los beneficios de la artroscopia se incluyen:
El paciente suele operarse bajo anestesia general o regional (raquídea o epidural), según la preferencia del equipo anestésico y la complejidad esperada. Para acceder a la articulación, a menudo se recurre a la tracción de la pierna, lo que crea un espacio articular suficiente que facilite la inserción de la cámara y el instrumental quirúrgico. Es vital un control cuidadoso para no exceder la fuerza de tracción y así minimizar el riesgo de lesiones nerviosas o vasculares.
Una vez establecido el campo operatorio, el cirujano lleva a cabo un barrido visual de la articulación, evaluando:
Si el cirujano identifica una rotura labral o una deformidad, se decide la estrategia quirúrgica más adecuada en función de la localización de la lesión, la calidad del tejido, la edad del paciente y el grado de afectación articular.
Existen diversas aproximaciones para abordar el daño labral; la decisión final depende del tipo de rotura, su extensión y el estado del tejido circundante:
Desbridamiento o Resección:
Reparación Labral:
Reconstrucción Labral:
Augmentación Labral:
Cuando la lesión labral está relacionada con una morfología ósea anómala, especialmente en el contexto de choque fémoro-acetabular (FAI), es fundamental corregir la causa subyacente de la lesión. De lo contrario, existe un riesgo elevado de recaída o de aparición de nuevas roturas. Dos variantes muy comunes de FAI son:
La corrección se logra mediante la limado artroscópico de las protrusiones óseas (osteoplastia), restaurando la forma más anatómica de la articulación. Este procedimiento complementario resulta crucial para prevenir daños adicionales en el labrum reparado o reconstruido.
En muchas ocasiones, las roturas del labrum se acompañan de lesiones del cartílago articular (condromalacia o defectos osteocondrales). El cirujano puede llevar a cabo diferentes procedimientos para estimular la regeneración o reparación de estos defectos:
Aunque la calidad del “nuevo cartílago” no siempre es idéntica a la del cartílago hialino original, estas técnicas ayudan a ralentizar la progresión degenerativa y a mejorar la funcionalidad de la articulación.
Para obtener un acceso adecuado a la articulación, el cirujano debe realizar generalmente una capsulotomía (incisión controlada en la cápsula articular). Tras completar la resección o reparación labral, es esencial valorar el grado de cierre de la cápsula (capsulorrafia) que se va a efectuar. Existen distintas aproximaciones:
La gestión quirúrgica de la cápsula es un tema de enorme relevancia y en continua evolución. Un manejo inadecuado puede derivar en reaparición del dolor, inestabilidad articular o limitación excesiva de la movilidad.
Con el desarrollo de sistemas de cámaras de alta definición y la incorporación de la navegación intraoperatoria (en algunos centros especializados), el cirujano consigue mayor exactitud a la hora de limar osteofitos o posicionar los anclajes de sutura en la reparación labral. Asimismo, la utilización de instrumentales específicos (pinzas anguladas, ganchos de sutura automáticos, abladores de radiofrecuencia de baja temperatura) contribuye a un abordaje más selectivo y preciso, reduciendo el daño colateral en estructuras cercanas.
Por otro lado, técnicas de realidad aumentada o de modelado tridimensional (mediante imágenes de TC o RM) también se están empezando a integrar en la planificación preoperatoria, permitiendo al cirujano simular virtualmente la resección ósea o el posicionamiento de anclajes antes de entrar al quirófano.
Aunque la rehabilitación se detalla en apartados posteriores, conviene recordar que el éxito quirúrgico está estrechamente vinculado a la calidad y progresión adecuada del proceso rehabilitador. Tras la intervención, el paciente suele:
El objetivo final es recuperar la movilidad, la fuerza y la funcionalidad sin dañar la estructura que se ha reparado o reconstruido. La paciencia y la constancia son cruciales para que la cicatrización del labrum sea óptima.
Si bien la artroscopia se considera un procedimiento seguro, siempre existen riesgos:
Diversos estudios de alto impacto en la literatura médica han mostrado una tasa de satisfacción superior al 80-90% en pacientes operados de rotura de labrum con un protocolo adecuado de rehabilitación. La mejora funcional y la reducción del dolor se mantienen estables en la mayoría de los casos tras varios años de seguimiento. Algunos factores que predisponen a un mejor pronóstico incluyen:
En contrapartida, aquellos pacientes con artrosis avanzada, degeneración masiva del labrum o serias alteraciones estructurales a menudo presentan resultados menos favorables en el largo plazo, pudiendo requerir revisiones quirúrgicas o incluso soluciones protésicas si la articulación queda seriamente dañada.
La artroscopia de cadera, combinada con técnicas avanzadas de reparación o reconstrucción labral y la corrección de deformidades óseas, representa la técnica más importante en el tratamiento quirúrgico para las lesiones del labrum de la cadera. Gracias a la evolución en la tecnología de artroscopios, suturas, anclajes y sistemas de navegación, hoy es posible personalizar el abordaje para cada paciente, optimizando los resultados y reduciendo el riesgo de complicaciones.
El éxito final de la cirugía depende no solo de la destreza quirúrgica y la decisión correcta respecto a la reparación o reconstrucción del labrum, sino también de una rehabilitación meticulosa y del seguimiento continuo para asegurar la recuperación funcional a largo plazo. Con una evaluación y tratamiento adecuados, la mayoría de los pacientes logran retomar sus actividades cotidianas e incluso deportivas, mejorando tanto la calidad de vida como el pronóstico articular a futuro.
Tras la intervención quirúrgica, la rehabilitación cobra un protagonismo aún mayor. El proceso de recuperación puede prolongarse varios meses y suele estructurarse en fases:
La comunicación constante entre el cirujano, el fisioterapeuta y el paciente es esencial para ajustar la intensidad de la rehabilitación y prevenir recaídas. Un error común es acelerar demasiado la reincorporación a la actividad física intensa, incrementando el riesgo de recaída o de otras lesiones compensatorias.
Como en cualquier procedimiento quirúrgico, la artroscopia de cadera no está exenta de riesgos, entre los que se incluyen:
El pronóstico de una lesión del labrum de la cadera tratado de forma óptima suele ser bueno o excelente en la mayoría de los pacientes. Algunos factores que mejoran la evolución incluyen:
Aunque no es posible prevenir todas las lesiones de labrum, hay medidas que contribuyen a mantener la cadera sana:
Estas indicaciones resultan de particular importancia en deportistas de élite o en personas con predisposición a problemas osteoarticulares. Varios estudios sugieren que un enfoque global de prevención puede reducir significativamente la incidencia de lesiones de la cadera a largo plazo.
A continuación, se recogen algunas cuestiones habituales que plantean las personas con sospecha o diagnóstico de rotura de labrum de la cadera:
No siempre. Depende de la gravedad de la lesión, la presencia de factores estructurales (FAI, displasia) y la respuesta al tratamiento conservador. Muchos pacientes mejoran con fisioterapia y cambios en sus hábitos deportivos.
La recuperación inicial suele durar entre 6 y 12 semanas. No obstante, el retorno a deportes de impacto puede demorar de 4 a 6 meses, en función de la evolución individual.
Existen casos de re-rotura, especialmente si persisten los factores de choque óseo o si no se cumple el proceso de rehabilitación. Sin embargo, con una cirugía bien indicada y rehabilitación adecuada, el riesgo es bajo.
Ejercicios de bajo impacto como natación, bicicleta estática, elíptica y trabajo de fortalecimiento controlado con supervisión profesional. Es importante evitar movimientos bruscos de rotación en la fase inicial de recuperación.
Las lesiones del labrum de la cadera pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, sobre todo en personas activas o atletas de alto rendimiento. Afortunadamente, los avances en el diagnóstico por imagen y las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas han mejorado de manera notable el pronóstico, brindando soluciones efectivas y seguras.
Tanto el tratamiento conservador como la artroscopia de cadera son opciones válidas, y la elección depende en gran medida de factores como la severidad de la lesión, la anatomía específica de la cadera y el estilo de vida del paciente. La colaboración multidisciplinar (cirujano ortopédico, fisioterapeuta, preparador físico) es clave para garantizar los mejores resultados.
Si consideras que puedes padecer un problema relacionado con el labrum de la cadera o presentas síntomas de dolor recurrente, no dudes en consultar con el Dr. Eugenio Díaz, Traumatólogo especialista en lesiones de cadera en Granada. Su amplia experiencia y la utilización de tecnología de última generación te proporcionarán la orientación y el tratamiento adecuados para tu caso particular.
| Cookie | Duración | Descripción |
|---|---|---|
| __cfduid | 1 month | La cookie es utilizada por servicios cdn como CloudFare para identificar clientes individuales detrás de una dirección IP compartida y aplicar configuraciones de seguridad por cliente. No corresponde a ningún ID de usuario en la aplicación web y no almacena ninguna información de identificación personal. |
| _GRECAPTCHA | 5 months 27 days | Google establece esta cookie. Además de ciertas cookies estándar de Google, reCAPTCHA establece una cookie necesaria (_GRECAPTCHA) cuando se ejecuta con el propósito de proporcionar su análisis de riesgo. |
| cookielawinfo-checbox-analytics | 11 months | Esta cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies de GDPR. La cookie se utiliza para almacenar el consentimiento del usuario para las cookies en la categoría "Análisis". |
| cookielawinfo-checbox-functional | 11 months | La cookie está configurada por el consentimiento de cookies de GDPR para registrar el consentimiento del usuario para las cookies en la categoría "Funcional". |
| cookielawinfo-checbox-others | 11 months | Esta cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies de GDPR. La cookie se utiliza para almacenar el consentimiento del usuario para las cookies en la categoría "Otro". |
| cookielawinfo-checkbox-advertisement | 1 year | La cookie se establece mediante el consentimiento de cookies de GDPR para registrar el consentimiento del usuario para las cookies en la categoría "Publicidad". |
| cookielawinfo-checkbox-necessary | 11 months | Esta cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies de GDPR. Las cookies se utilizan para almacenar el consentimiento del usuario para las cookies en la categoría "Necesarias". |
| cookielawinfo-checkbox-performance | 11 months | Esta cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies de GDPR. La cookie se utiliza para almacenar el consentimiento del usuario para las cookies en la categoría "Rendimiento". |
| viewed_cookie_policy | 11 months | La cookie está configurada por el complemento de consentimiento de cookies de GDPR y se utiliza para almacenar si el usuario ha dado su consentimiento o no para el uso de cookies. No almacena ningún dato personal. |
| Cookie | Duración | Descripción |
|---|---|---|
| _ga | 2 years | Esta cookie es instalada por Google Analytics. La cookie se utiliza para calcular los datos de visitantes, sesiones y campañas y realizar un seguimiento del uso del sitio para el informe de análisis del sitio. Las cookies almacenan información de forma anónima y asignan un número generado aleatoriamente para identificar visitantes únicos. |
| _gid | 1 day | Esta cookie es instalada por Google Analytics. La cookie se utiliza para almacenar información sobre cómo los visitantes usan un sitio web y ayuda a crear un informe analítico de cómo está funcionando el sitio web. Los datos recopilados, incluido el número de visitantes, la fuente de donde provienen y las páginas, se muestran de forma anónima. |
| Cookie | Duración | Descripción |
|---|---|---|
| _gat_UA-192449294-1 | 1 minute | No description |