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Prótesis Unicompartiental de rodilla Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

 

 

El dolor de rodilla y la artrosis representan problemas de salud que afectan significativamente la calidad de vida de muchas personas. La dificultad para caminar, subir escaleras o realizar actividades cotidianas sin dolor puede convertirse en una limitación importante. A veces, el uso de prótesis totales de rodilla es la solución definitiva para la artrosis avanzada; sin embargo, no todos los pacientes requieren un reemplazo total.

En casos en que el desgaste se concentra principalmente en un solo compartimento (generalmente el medial), la prótesis unicompartimental de rodilla (también llamada prótesis de compartimento único o UKA, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una excelente alternativa. Permite, en comparación con la prótesis total, un abordaje más conservador del hueso y de las estructuras blandas de la rodilla, preservando ligamentos importantes y ofreciendo una recuperación más rápida y con sensaciones más cercanas a la rodilla natural.

En este artículo, abordaremos de manera exhaustiva todo lo que el paciente o interesado debe saber sobre la prótesis unicompartimental de rodilla: qué es, cuándo se indica, qué resultados se han observado en diversos estudios científicos internacionales, cuáles son las causas más comunes de falla, y qué opciones tecnológicas, como la robótica y la cirugía asistida por ordenador, pueden optimizar aún más los resultados.

A lo largo del texto, veremos diferentes apartados que repasan desde la anatomía de la rodilla, la artrosis y sus síntomas, hasta la evaluación preoperatoria, la cirugía, las ventajas e inconvenientes, la rehabilitación y la prevención de complicaciones. Conocer los avances y las referencias científicas aportará confianza y servirá de guía para que cada persona comprenda mejor las fases del proceso, así como la importancia de la valoración profesional especializada.


Tabla de Contenido

ÍNDICE

  1. Anatomía y Compartimentos de la Rodilla
  2. ¿Qué es la Artrosis Medial de Rodilla y por qué Aparece?
  3. Definición de la Prótesis Unicompartimental (UKA)
  4. Indicaciones y Criterios de Selección de Pacientes
  5. Principales Ventajas de la Prótesis Unicompartimental vs. Prótesis Total
  6. Técnicas Quirúrgicas: Métodos Convencionales y Cirugía Robótica
  7. Cuidados Preoperatorios y Evaluación Clínica
  8. El Procedimiento Quirúrgico Paso a Paso
  9. Posibles Riesgos y Complicaciones
  10. La Rehabilitación y Fases de Recuperación
  11. Retorno a la Actividad Deportiva y Vida Cotidiana
  12. Resultados Clínicos y Evidencia Científica Reciente
  13. Preguntas Frecuentes de los Pacientes
  14. Innovaciones Futuras en Prótesis Unicompartimental
  15. Conclusión

1. ANATOMÍA Y COMPARTIMENTOS DE LA RODILLA

La rodilla es una articulación compleja donde intervienen el fémur (en la parte superior), la tibia (en la parte inferior) y la rótula o patela (en la parte anterior). Esta articulación se divide, funcionalmente, en tres compartimentos:Rotura de Menisco Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

  • Compartimento medial (lado interno de la rodilla, entre el fémur y la tibia).
  • Compartimento lateral (lado externo, también entre fémur y tibia).
  • Compartimento patelofemoral (entre la superficie posterior de la rótula y la parte anterior del fémur).

En la artrosis de rodilla, el desgaste del cartílago puede afectar uno, dos o los tres compartimentos. Cuando la artrosis se localiza específicamente en un solo compartimento, sin afectar significativamente a los demás, la prótesis unicompartimental es una opción válida para reemplazar únicamente la zona dañada, preservando el resto de la articulación.

Los ligamentos más importantes para la estabilidad de la rodilla (cruzado anterior, cruzado posterior, colateral medial y colateral lateral) siguen desempeñando su función y, generalmente, se mantienen intactos en la cirugía unicompartimental. Esto repercute favorablemente en la propiocepción y sensación global de la rodilla.


2. ¿QUÉ ES LA ARTROSIS MEDIAL DE RODILLA Y POR QUÉ APARECE?

La artrosis es una enfermedad degenerativa del cartílago articular que, con el tiempo, ocasiona un adelgazamiento, erosión y finalmente la pérdida del cartílago, provocando dolor, rigidez e inflamación. En la rodilla, por factores biomecánicos y de carga, el compartimento medial tiende a ser el más afectado. Entre las causas más frecuentes se encuentran:

  • Envejecimiento y uso constante de la articulación.
  • Mala alineación de la rodilla (genu varo).
  • Sobrecarga por sobrepeso u obesidad.
  • Antecedentes de lesiones ligamentarias o meniscales.
  • Actividades deportivas o laborales que impliquen un alto impacto repetitivo.

Al centrarse el desgaste en el compartimento medial, el resto de la rodilla puede permanecer relativamente conservado, lo que hace viable la intervención de la prótesis unicompartimental. Esta cirugía busca reemplazar únicamente la zona dañada, mejorando la mecánica articular y disminuyendo el dolor.


3. DEFINICIÓN DE LA PRÓTESIS UNICOMPARTIMENTAL (UKA)

La prótesis unicompartimental de rodilla es un dispositivo que sustituye el cartílago y hueso desgastados exclusivamente en uno de los compartimentos de la rodilla (con mayor frecuencia, el medial). Consiste en:

  • Componente femoral: una pieza metálica que se ancla al cóndilo femoral afectado.
  • Componente tibial: una plataforma metálica que contacta con la superficie tibial, usualmente con un inserto de polietileno de alta densidad entre este componente y el componente femoral.
  • Inserto de polietileno (menisco protésico): actúa como superficie de deslizamiento, reemplazando la función del cartílago.

Esta combinación de piezas reproduce, de forma parcial y menos invasiva que una prótesis total, la articulación de la rodilla en el compartimento afectado.


4. INDICACIONES Y CRITERIOS DE SELECCIÓN DE PACIENTES

La selección adecuada del paciente es uno de los factores más determinantes para el éxito de la prótesis unicompartimental de rodilla. Cuando la indicación se lleva a cabo de forma precisa, la tasa de satisfacción y supervivencia de la prótesis suele ser alta. Por el contrario, en pacientes con afectaciones más extensas o con inestabilidades ligamentarias no controladas, el riesgo de complicaciones o de revisión quirúrgica aumenta de forma notable. A continuación, se detallan los principales aspectos que se valoran al indicar una UKA:

  1. Localización del desgaste articular

    • Afectación de un solo compartimento: La UKA se utiliza fundamentalmente en casos donde la artrosis (o el daño del cartílago) se encuentra restringida al compartimento medial o, con menor frecuencia, al lateral. También existe la posibilidad, aunque menos común, de una prótesis unicompartimental en el compartimento patelofemoral para artrosis patelofemoral aislada, pero las indicaciones son más selectivas.
    • En el caso más habitual (compartimento medial), se comprueba en radiografías simples en bipedestación y en proyecciones específicas que no exista un deterioro significativo del compartimento lateral ni del patelofemoral. Una resonancia magnética o un TAC (tomografía computarizada) pueden confirmar la integridad de las demás superficies y aclarar dudas si la artrosis en otros compartimentos no es evidente en la radiografía.
  2. Integridad y función de los ligamentos

    • Ligamento cruzado anterior (LCA): Uno de los criterios más importantes para el éxito de la UKA es la preservación y funcionalidad adecuada del LCA, ya que estabiliza la rodilla en el plano anteroposterior y contribuye a la cinemática normal de la articulación.
    • Ligamento cruzado posterior (LCP): Aunque su estado también influye, el LCA suele ser el de mayor relevancia porque muchas prótesis unicompartimentales se apoyan en la necesidad de mantener la biomecánica natural de la rodilla.
    • Ligamentos colaterales: La deformidad en varo (común en la artrosis medial) o en valgo (más frecuente en la artrosis lateral) no debe ser excesiva ni provocar inestabilidad, ya que comprometería la correcta alineación y la sobrecarga de los componentes protésicos.
  3. Deformidad en varo o valgo

    • Las guías clásicas establecen que la deformidad no debe superar ciertos grados (generalmente en torno a 10° de varo o de valgo), puesto que las correcciones mayores podrían no lograr una alineación estable con el implante unicompartimental.
    • No obstante, estudios más recientes sugieren que cirujanos con amplia experiencia y el uso de tecnologías como la navegación quirúrgica o la cirugía robótica pueden corregir deformidades moderadas con buenos resultados. La clave radica en analizar la laxitud ligamentaria y la capacidad de equilibrar las fuerzas en el intraoperatorio.
  4. Grado de actividad física

    • La UKA se ha considerado durante mucho tiempo como la solución para pacientes “menos activos”. Sin embargo, en la actualidad, personas con demandas físicas relativamente altas también han obtenido excelentes resultados con una prótesis unicompartimental, siempre que cumplan los demás criterios.
    • Varias investigaciones actuales confirman que, en deportistas aficionados y personas jóvenes o de mediana edad, la recuperación de la propiocepción y el mantenimiento de los ligamentos posibilitan regresar a actividades como senderismo, natación, golf o ciclismo.
  5. Edad y expectativas del paciente

    • No existe una edad límite estricta, pero tradicionalmente se sugería que los candidatos ideales eran mayores de 60 años. Estudios actuales señalan que incluso pacientes más jóvenes pueden beneficiarse, sobre todo si la artrosis se restringe a un compartimento y su LCA está intacto.
    • Las expectativas del paciente sobre la recuperación, la participación en actividades deportivas y la aceptación del seguimiento postoperatorio son factores que el cirujano y el equipo médico deben discutir en profundidad. Un paciente que no acepte las recomendaciones de rehabilitación o que busque un uso muy intensivo de la rodilla puede requerir una valoración cautelosa para no sobrepasar las limitaciones de la UKA.
  6. Peso corporal y obesidad

    • Aunque el sobrepeso u obesidad pueden asociarse a mayores fuerzas de carga sobre el compartimento protésico, no constituyen una contraindicación absoluta. Algunos estudios muestran que la UKA puede tener resultados satisfactorios en pacientes con índices de masa corporal (IMC) elevados, siempre que se maneje correctamente la carga y la rehabilitación.
    • Sí se recomienda que el paciente intente optimizar sus condiciones generales de salud, reduciendo el peso y controlando factores de riesgo cardiovasculares o metabólicos antes de la cirugía, para mejorar tanto la recuperación como la durabilidad del implante.
  7. Evaluaciones radiológicas y clínica

    • Para confirmar la indicación de UKA, se realizan radiografías con carga, además de proyecciones oblicuas, laterales y axiales de rótula. En caso de dudas, se complementa con resonancia magnética para verificar la integridad meniscal en compartimentos adyacentes y descartar condropatías significativas no detectadas en la radiología convencional.
    • La exploración física exhaustiva, que incluye maniobras de estabilidad y balance ligamentario, es esencial para evitar implantar una UKA en rodillas con daño subclínico en otros compartimentos.
  8. Contraindicaciones relativas y absolutas

    • Absolutas: Artrosis que afecta más de un compartimento de manera severa, inestabilidad ligamentaria grave, infecciones articulares activas, ausencia o rotura crónica del LCA sin posibilidad de corrección, y afecciones reumáticas sistémicas avanzadas con deterioro difuso de la articulación.
    • Relativas: Deformidades en varo/valgo mayores de lo habitual, obesidad mórbida, condiciones médicas comórbidas que dificulten la recuperación, y expectativas poco realistas del paciente.

En definitiva, la indicación de una prótesis unicompartimental requiere una evaluación individualizada. La cuidadosa selección de pacientes que cumplan estos criterios es uno de los pilares fundamentales para garantizar una tasa de éxito y satisfacción elevada.


5. PRINCIPALES VENTAJAS DE LA PRÓTESIS UNICOMPARTIMENTAL VS. PRÓTESIS TOTAL

La prótesis total de rodilla (TKA) es la opción quirúrgica estándar cuando la artrosis afecta de forma global a la articulación o daña la mayor parte de los compartimentos. Sin embargo, cuando la artrosis se restringe a un único compartimento, la prótesis unicompartimental (UKA) puede ofrecer beneficios significativos. A continuación, se exponen de forma detallada las principales ventajas que la literatura científica y la práctica clínica han demostrado:

  1. Preservación de la Anatomía y la Biomecánica Natural de la Rodilla

    • En la UKA, la intervención se limita al compartimento afectado, sin necesidad de alterar los otros dos compartimentos ni extraer más hueso del estrictamente necesario.
    • Se conservan estructuras anatómicas fundamentales, como los ligamentos cruzados (en especial el LCA) y los meniscos sanos de los compartimentos no intervenidos. Esto genera una sensación más cercana a la rodilla “natural”, aportando una mejor propiocepción (sentido de la posición y movimiento articular).
  2. Menor Invasividad y Preservación Ósea

    • La resección ósea en la UKA es considerablemente menor que en la TKA, al enfocarse solo en la zona dañada por la artrosis. Esto implica una incisión quirúrgica de menor longitud (en la mayoría de los abordajes), una hemorragia reducida y un postoperatorio más cómodo.
    • Esta característica también facilita eventuales revisiones futuras. En caso de progresión de la artrosis a otros compartimentos o fallos del implante, las técnicas de revisión convierten la UKA en una prótesis total con relativa simplicidad (si se compara con las revisiones complejas de una TKA primaria).
  3. Recuperación Más Rápida y Mejor Funcionalidad Inicial

    • Gracias a la preservación de ligamentos y tejidos blandos, la rehabilitación tiende a ser más rápida. Los pacientes suelen comenzar antes con la carga parcial o total, y experimentan una recuperación más precoz del rango de movimiento.
    • Múltiples estudios demuestran que, en términos de movilidad inicial y dolor postoperatorio, la UKA supera a la TKA en las primeras semanas o meses tras la cirugía. Esto se traduce en la posibilidad de retomar las actividades cotidianas (caminar, subir escaleras, etc.) con mayor rapidez.
  4. Menor Dolor Postoperatorio

    • Al tratarse de una intervención menos agresiva, el dolor tras la cirugía suele ser menor. Esto no significa que sea indoloro, pero, en comparación con la prótesis total, la inflamación y el daño a los tejidos circundantes pueden ser más leves.
    • Este factor incide positivamente en la rehabilitación, puesto que el paciente colabora más activamente y puede progresar con los ejercicios de forma constante.
  5. Mantenimiento de la Propiocepción y Mayor Sensación de “Rodilla Natural”

    • Varias investigaciones clínicas subrayan que, al preservar los ligamentos y parte del cartílago sano, la UKA mantiene la cinemática y la sensibilidad nerviosa original de la rodilla en mayor proporción que la TKA.
    • La propiocepción es clave para el equilibrio, la coordinación y la respuesta refleja ante movimientos bruscos. Esto explica por qué muchos pacientes con UKA reportan una sensación más próxima a la rodilla natural, en comparación con la mayor “artificialidad” que puede percibirse en la TKA.
  6. Retorno a la Actividad Física y Deportiva

    • Estudios que han medido la capacidad de reincorporarse a actividades deportivas muestran que la UKA, en pacientes debidamente seleccionados, permite un regreso más temprano y con menor limitación a deportes de bajo y mediano impacto.
    • Aunque la actividad física de alto impacto (por ejemplo, correr maratones, practicar deportes de contacto) puede acelerar el desgaste del polietileno y provocar fallos tempranos, la UKA sigue siendo una alternativa viable para quienes desean un estilo de vida activo con cargas moderadas.
  7. Menor Tasa de Complicaciones Sistémicas

    • Dado que el tiempo quirúrgico y la agresividad de la intervención pueden ser menores en la UKA, algunos trabajos han encontrado una incidencia algo menor de complicaciones sistémicas (embolia, trombosis venosa profunda, etc.).
    • Asimismo, la necesidad de transfusiones sanguíneas se reduce, gracias a la menor resección ósea y menores sangrados intraoperatorios.
  8. Posibilidad de Reversión a una Prótesis Total

    • En caso de que la artrosis progrese a otros compartimentos, la UKA puede revisarse y convertirse en una TKA. Aunque toda revisión quirúrgica conlleva complejidades, la menor resección ósea previa y la correcta alineación inicial pueden hacer que la conversión sea más sencilla que la revisión de una TKA previa.
    • Es esencial un seguimiento clínico y radiológico periódico para detectar precozmente cualquier progreso de la artrosis u otros signos de alerta.
  9. Costes y Rentabilidad Sociosanitaria

    • Algunos análisis de coste-efectividad señalan que la UKA puede ser muy rentable a largo plazo, especialmente si se realiza en un entorno ambulatorio o con protocolos de recuperación acelerada.
    • Aunque los implantes o la cirugía robótica pueden tener un coste inicial superior, la reducción en la estancia hospitalaria y la reincorporación más temprana del paciente a sus actividades laborales y personales pueden compensar dicha inversión.
  10. Limitaciones y Consideraciones

  • Pese a todas las ventajas, la UKA no es una opción universal. Cuando existen signos de artrosis tricompartmental, inestabilidad ligamentaria significativa o un daño generalizado, la prótesis total se convierte en la elección obligada.
  • Además, la técnica quirúrgica de la UKA requiere un alto grado de precisión. La curva de aprendizaje del cirujano es un factor influyente: a más experiencia y recursos tecnológicos (p. ej., navegación, robótica), mejores resultados y menores complicaciones.

En síntesis, la prótesis unicompartimental ofrece beneficios innegables para pacientes con artrosis limitada a un solo compartimento, especialmente el medial, que cumplan los criterios de selección descritos. La reducción del dolor, la recuperación más rápida y la mayor “naturalidad” de la rodilla la convierten en una alternativa atractiva frente a la prótesis total, siempre y cuando el cirujano, basándose en una evaluación pormenorizada, confirme que el paciente es un candidato idóneo.


6. TÉCNICAS QUIRÚRGICAS: MÉTODOS CONVENCIONALES Y CIRUGÍA ROBÓTICA

Existen varias aproximaciones para implantar una prótesis unicompartimental. Tradicionalmente, se realiza un abordaje abierto con guías manuales que permiten resecar el hueso según plantillas estandarizadas. Sin embargo, en la última década se ha visto un auge de:

6.1. Cirugía Navegada
El uso de ordenadores para guiar los cortes óseos y la alineación mejora la precisión, disminuyendo la variabilidad asociada a la técnica manual.

6.2. Cirugía Robótica
La robótica ha revolucionado la forma de colocar los componentes. Basado en una planificación preoperatoria con escáner o resonancia, el robot guía al cirujano para resecar y ajustar con exactitud submilimétrica. Diversos estudios han demostrado una mejor alineación y, potencialmente, mayor supervivencia del implante a largo plazo. No obstante, la curva de aprendizaje y el coste son consideraciones importantes.


7. CUIDADOS PREOPERATORIOS Y EVALUACIÓN CLÍNICA

Antes de la cirugía, el paciente pasa por:

  1. Historia Clínica: examen de comorbilidades (diabetes, hipertensión, obesidad).
  2. Exploración Física: evaluación de la movilidad, estabilidad ligamentaria y alineación.
  3. Pruebas Radiológicas: radiografías simples de frente, lateral y proyecciones axiales de rótula, además de resonancia o TAC si hay dudas sobre la extensión de la artrosis.
  4. Valoración del Dolor: escalas funcionales (WOMAC, KOOS) para medir la repercusión en la calidad de vida.
  5. Valoración Anestésica: determinación del tipo de anestesia (general, raquídea, epidural) y evaluación preoperatoria global.

8. EL PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO PASO A PASO

De forma simplificada, la cirugía unicompartimental consta de los siguientes pasos:

  1. Acceso Quirúrgico: se realiza una incisión en la cara medial de la rodilla (en el caso de un reemplazo medial).
  2. Preparación Ósea: resección de la porción desgastada del cóndilo femoral y platillo tibial, respetando los márgenes de resección indicados por guías manuales o navegación/robótica.
  3. Colocación de Componentes: se encaja el componente femoral y el tibial (cementados o no, según el caso), ajustando el grosor del inserto de polietileno para restablecer la tensión ligamentaria adecuada.
  4. Comprobación de Balance: el cirujano verifica la estabilidad de la articulación en flexión y extensión, y se realiza el cierre por planos.
  5. Recuperación Anestésica: el paciente es trasladado a la unidad de cuidados postoperatorios donde se evalúa el control del dolor y la movilidad inicial.

9. POSIBLES RIESGOS Y COMPLICACIONES

Si bien la prótesis unicompartimental es considerada menos invasiva y presenta índices de complicaciones bajos, todavía existen riesgos potenciales:

  • Infección: el riesgo suele ser similar o menor que en la prótesis total, pero no es nulo.
  • Aflojamiento Aséptico: puede ocurrir con el paso de los años, sobre todo si el implante no se colocó con una alineación precisa o si el paciente supera de forma importante los niveles de impacto recomendados.
  • Continuación de Dolor: en casos donde exista compromiso oculto en otro compartimento o patología no diagnosticada (por ejemplo, dolor patelofemoral intenso).
  • Progression de la Artrosis: puede extenderse con el tiempo al compartimento no reemplazado.
  • Rotura de Ligamentos: en casos de inestabilidad previa no detectada, o lesiones posteriores a la cirugía.

10. LA REHABILITACIÓN Y FASES DE RECUPERACIÓN

El proceso de rehabilitación es crucial. Normalmente, se divide en fases:

  1. Fase Inicial (0-2 semanas): control del dolor, ejercicios de contracción isométrica, movilización pasiva y activa suave. En muchos protocolos modernos, se inicia la carga parcial o completa a las pocas horas o días de la intervención.
  2. Fase Intermedia (2-6 semanas): énfasis en la recuperación del rango de movimiento completo, fortalecimiento progresivo del cuádriceps y ejercicios de equilibrio y propiocepción.
  3. Fase Avanzada (6-12 semanas): incremento de la fuerza muscular, ejercicios funcionales (caminar en cinta, subir escaleras, bicicleta estática).
  4. Retorno a Deporte y Actividades (a partir de 3 meses): dependerá de la evolución clínica y radiológica. Algunos estudios reportan el retorno a actividades de bajo y mediano impacto a partir del tercer mes, aunque el nivel de actividad varía según la condición previa del paciente.

11. RETORNO A LA ACTIVIDAD DEPORTIVA Y VIDA COTIDIANA

Investigaciones recientes sugieren que la UKA permite un retorno más rápido a deportes de bajo impacto, como la natación, el golf, el ciclismo o el senderismo, en comparación con la prótesis total. Pacientes con mayor demanda funcional también pueden beneficiarse, pero es clave seguir las indicaciones personalizadas de un fisioterapeuta o de un entrenador experto en rehabilitación postquirúrgica.

Muchos pacientes retoman su vida cotidiana con menor dolor y una sensación de rodilla “más natural” que con una prótesis total. Sin embargo, se debe tener precaución con deportes de alto impacto (carreras intensas, fútbol, baloncesto) que podrían aumentar el desgaste y el riesgo de aflojamiento precoz.


12. RESULTADOS CLÍNICOS Y EVIDENCIA CIENTÍFICA RECIENTE

La mayoría de las publicaciones citadas coinciden en varios aspectos:

  • Tasas de Supervivencia del Implante: a 5-10 años, rondan el 90-95%, siendo comparables con algunas series de prótesis total y, en muchos casos, con mejor rango de movilidad.
  • Satisfacción del Paciente: cuando se elige correctamente al paciente y se consigue una buena técnica quirúrgica, el nivel de satisfacción es elevado.
  • Comparativa con Prótesis Total: la UKA ofrece recuperaciones más rápidas, menor estancia hospitalaria y menor dolor postoperatorio. No obstante, para lesiones más extensas, la artroplastia total sigue siendo la referencia.
  • Innovaciones (Robótica y Navegación): mejoran la precisión de los cortes y la alineación, lo cual se asocia con una reducción en los índices de aflojamiento y revisiones tempranas.

Los metaanálisis soportan que, en pacientes adecuados, la UKA presenta tasas de éxito excelentes y una posibilidad más reducida de complicaciones sistémicas o infecciosas.


13. PREGUNTAS FRECUENTES DE LOS PACIENTES

  1. ¿Cuánto tiempo de hospitalización se requiere?
    Generalmente entre 24 y 48 horas, dependiendo del protocolo de recuperación acelerada del hospital.

  2. ¿Es más dolorosa la recuperación de la prótesis unicompartimental o total?
    Suelen reportarse menores niveles de dolor en la UKA, debido a la menor invasión quirúrgica.

  3. ¿Podré agacharme o arrodillarme?
    Sí, muchos pacientes lo consiguen tras la rehabilitación adecuada, aunque las sensaciones pueden variar según la cicatrización y la tolerancia al movimiento.

  4. ¿Cuánto dura una prótesis unicompartimental?
    Estudios a 10 años reportan supervivencias alrededor del 90-95%. Si se tienen cuidados adecuados y se selecciona bien al paciente, la durabilidad puede ser incluso superior.

  5. ¿Y si mi artrosis avanza a otros compartimentos?
    Si posteriormente aparece daño significativo en el compartimento lateral o patelofemoral, podría requerirse una revisión a prótesis total. Sin embargo, esto no sucede en la mayoría de los casos en el corto plazo.


14. INNOVACIONES FUTURAS EN PRÓTESIS UNICOMPARTIMENTAL

La aparición de biomateriales más resistentes al desgaste y con mayor biocompatibilidad apunta a mejorar la duración de las prótesis. Paralelamente, la integración de la robótica y la inteligencia artificial abre posibilidades de planificación quirúrgica mucho más personalizadas, con modelados 3D y sistemas intraoperatorios de feedback en tiempo real.

La creciente evidencia en torno a la cirugía mínimamente invasiva, el uso de vástagos cortos, y el desarrollo de cementaciones ultrarápidas también están contribuyendo a la optimización de resultados. Asimismo, ensayos con células madre y terapias biológicas podrían, en algunos casos, retrasar la necesidad de una cirugía mayor.


15. CONCLUSIÓN

La prótesis unicompartimental de rodilla se posiciona como una solución excelente para pacientes seleccionados, aquellos que presentan artrosis limitada a un solo compartimento y que desean una recuperación más rápida y un sentimiento articular más cercano a la rodilla natural. Los avances tecnológicos, como la cirugía robótica, la nave-gación por ordenador y los nuevos materiales, han mejorado las tasas de éxito y prolongado la supervivencia de estos implantes.

Para cualquier paciente que padezca dolor de rodilla y artrosis, es fundamental una evaluación individualizada con un especialista en Traumatología. Él o ella podrá determinar si la mejor solución es una prótesis total o, por el contrario, la opción unicompartimental es suficiente. Un seguimiento minucioso, combinado con la rehabilitación adecuada, garantizará la mejor evolución y la recuperación de la movilidad.

Recordemos que cada paciente es único. Ante cualquier duda o necesidad de diagnóstico pormenorizado, la consulta con un experto como el Dr. Eugenio Díaz es fundamental, pues aportará la seguridad y la cercanía necesarias para afrontar este tipo de procedimientos y garantizar un cuidado integral.


 

 

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