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Tenodesis Bíceps Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

 

 

La tenodesis del bíceps es un procedimiento quirúrgico ampliamente utilizado en el manejo de patologías del hombro, especialmente en aquellos casos en que la disfunción del tendón largo del bíceps contribuye a la inestabilidad y al dolor. En los últimos años, numerosos estudios han evaluado tanto las técnicas quirúrgicas como los protocolos de rehabilitación postoperatoria que aseguran un restablecimiento funcional y una alta satisfacción clínica.
Este artículo integra la información para ofrecer una guía exhaustiva sobre el tratamiento, la rehabilitación y las perspectivas futuras de la tenodesis del bíceps. El objetivo es brindar a los Traumatólogos de Granada y a los pacientes una herramienta educativa, práctica y actualizada que facilite la toma de decisiones.


Tabla de Contenido

Índice

  1. Definición y Bases Anatómicas
  2. Epidemiología y Factores de Riesgo
  3. Fisiopatología de la Patología del Bíceps
  4. Indicaciones para la Tenodesis del Bíceps
  5. Técnicas Quirúrgicas en la Tenodesis
  6. Protocolo de Rehabilitación Postoperatoria
    6.1. Fase Inicial (0-4 semanas): Protección y Movilización Suave
    6.2. Fase Intermedia (4-8 semanas): Transición a Movilización Activo-Asistida y Ejercicios Isométricos
    6.3. Fase Avanzada (8-12 semanas): Fortalecimiento Progresivo y Recuperación del Rango de Movimiento
    6.4. Fase de Consolidación (12-16 semanas): Integración de Ejercicios Dinámicos y Funcionales
    6.5. Fase de Retorno Funcional (16-24 semanas): Simulación de Gestos Específicos y Evaluación Final
  7. Complicaciones y Estrategias de Manejo
  8. Prevención y Consejos Prácticos
  9. Preguntas Frecuentes
  10. Conclusiones

1. Definición y Bases Anatómicas

La tenodesis del bíceps es una técnica quirúrgica que consiste en fijar el tendón largo del bíceps en una nueva posición en el húmero, eliminando su inserción en el labrum superior. Esta intervención se utiliza para tratar patologías como la tendinitis crónica, la inestabilidad del bíceps o las lesiones asociadas al manguito rotador que no responden a métodos conservadores. La anatomía del hombro, en particular la interacción entre el tendón del bíceps, el labrum y la cápsula articular, es fundamental para comprender las indicaciones y los objetivos de la tenodesis. Estudios recientes destacan la importancia de mantener la biomecánica del hombro mientras se alivia la fuente del dolor, permitiendo una recuperación funcional óptima.


2. Epidemiología y Factores de Riesgo

La prevalencia de las patologías del bíceps que requieren tenodesis varía según la población, pero es especialmente alta en deportistas overhead y en pacientes con cambios degenerativos asociados a la edad. Los factores de riesgo identificados en la literatura incluyen:

  • Edad: La incidencia aumenta en pacientes mayores de 40 años, donde la degeneración tendinosa es más frecuente.
  • Actividad Física: Deportistas que realizan movimientos repetitivos y de alta carga en el hombro tienen mayor riesgo de lesiones en la porción larga del bíceps.
  • Condiciones Sistémicas: Factores como la diabetes, la obesidad y los trastornos metabólicos están asociados a un mayor riesgo de deterioro tendinoso y, por ende, de necesidad de intervención quirúrgica.
  • Traumatismos y Sobrecarga: Lesiones agudas o microtraumatismos crónicos pueden conducir a la degeneración del tendón, afectando su funcionalidad y predisponiendo a la tenodesis.

3. Fisiopatología de la Patología del Bíceps

La alteración en la estructura del tendón del bíceps y su inserción en el labrum superior desencadena una serie de cambios degenerativos que pueden provocar dolor crónico y disfunción. Los estudios indican que:

  • Degeneración Tendinosa: Se produce un proceso de degeneración microtraumática y envejecimiento que afecta la integridad del tendón, disminuyendo su capacidad de absorción de fuerzas.
  • Inflamación y Cicatrización: La respuesta inflamatoria crónica en el tendón genera microtraumatismos y cambios en la matriz extracelular, que, en algunos casos, terminan en la necesidad de reparar o reubicar el tendón.
  • Compromiso del Labrum Superior: La inserción del bíceps en el labrum se debilita, lo que puede ocasionar inestabilidad y dolor, especialmente durante movimientos overhead.
  • Respuesta Reparadora: En algunos casos, el propio organismo intenta reparar la lesión, pero la respuesta puede ser insuficiente, requiriendo intervención quirúrgica para restablecer la función y aliviar el dolor.

4. Indicaciones para la Tenodesis del Bíceps

La tenodesis del bíceps se indica en pacientes que presentan síntomas persistentes y funcionalmente limitantes, que no han respondido a tratamientos conservadores, o cuando la estructura del tendón está comprometida. Entre las principales indicaciones destacan:

  • Tendinitis Crónica: Cuando el tendón del bíceps presenta un desgaste severo y dolor persistente que interfiere con las actividades diarias o deportivas.
  • Lesiones del Labrum y del Bíceps: Pacientes con lesiones del labrum superior que afectan la inserción del bíceps, especialmente en aquellos que no son candidatos ideales para la reparación directa del labrum.
  • Fracaso del Tratamiento Conservador: Ante la ausencia de mejoría tras un manejo prolongado con fisioterapia, infiltraciones y otras modalidades no invasivas.
  • Pacientes de Mayor Edad: En adultos mayores (generalmente mayores de 40-50 años), la tenodesis puede ofrecer mejores resultados funcionales y un menor riesgo de reintervención, en comparación con la reparación del labrum.
  • Actividades Deportivas de Alta Demanda: En deportistas que requieren un retorno rápido y eficiente a la actividad overhead, la tenodesis se ha mostrado eficaz para reducir el dolor y mejorar la función sin comprometer la fuerza global del brazo.

5. Técnicas Quirúrgicas en la Tenodesis del Bíceps

La tenodesis del bíceps consiste en la reubicación del tendón largo del bíceps a lo largo del húmero, eliminando su inserción en el labrum superior, con el objetivo de aliviar el dolor y mejorar la función del hombro. Este procedimiento se realiza con el fin de tratar patologías asociadas a la disfunción del bíceps, tales como la tendinitis crónica o las lesiones degenerativas en pacientes que no responden al tratamiento conservador.

5.1. Enfoque Artroscópico

Procedimiento y Ventajas:
La vía artroscópica se ha consolidado como la técnica preferida debido a su mínima invasividad y a la capacidad de ofrecer una visualización directa y precisa de la cavidad articular. Durante la intervención, se introducen pequeñas incisiones a través de las cuales se inserta una cámara y diversos instrumentos quirúrgicos. El cirujano localiza la zona afectada y, utilizando técnicas de curetaje o aspiración, extrae el tejido patológico y reubica el tendón del bíceps en un sitio del húmero con mejor calidad ósea.

  • Anclajes Knotless vs. Knotted:
    Los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de anclajes knotless, que ofrecen una fijación segura sin los nudos que en ocasiones pueden irritar la estructura circundante. Diversos estudios han evidenciado que estos sistemas minimizan la fricción en el surco bicipital y facilitan la cicatrización, ofreciendo tasas de éxito comparables o superiores a las técnicas tradicionales con nudos.

  • Localización Óptima de la Fijación:
    La elección del sitio de fijación en el húmero es crucial. Se busca un área con buena calidad ósea que permita una integración adecuada del tendón. La correcta colocación de los anclajes es determinante para evitar fallos postoperatorios, migración del tendón o complicaciones que puedan llevar a una segunda intervención.

5.2. Técnicas Abiertas y Variantes

Aunque la mayoría de los casos se abordan mediante técnicas artroscópicas, en determinadas situaciones—como depósitos calcificados extensos o lesiones concomitantes complejas—puede ser necesaria una intervención abierta.

  • Cirugía Abierta:
    La cirugía abierta, aunque menos frecuente, permite una exposición mayor y una extracción más completa en casos complicados. Esta técnica se reserva generalmente para pacientes en los que la vía artroscópica no proporciona suficiente visibilidad o cuando existen extensas lesiones asociadas al manguito rotador. Sin embargo, se asocia a una mayor morbilidad, tiempos de recuperación más prolongados y cicatrices más notables.

  • Técnicas de Transferencia o Uso de Injertos:
    En ciertos casos, cuando el tendón del bíceps presenta una degeneración severa, se pueden emplear técnicas complementarias que incluyen la transferencia de injertos o el refuerzo con materiales biológicos. Estas técnicas, aunque menos comunes, están en constante evolución y buscan mejorar la integración del tendón y la recuperación funcional.

5.3. Innovaciones en Materiales y Dispositivos

La evolución en los materiales de fijación ha sido crucial en la mejora de los resultados de la tenodesis. La introducción de anclajes biocompuestos y reabsorbibles ha permitido lograr una fijación estable sin dejar residuos metálicos que puedan interferir en estudios de imagen posteriores. Estudios recientes han demostrado que estos dispositivos favorecen una cicatrización homogénea, reducen el riesgo de irritación local y mejoran la integración del tendón en el hueso.

5.4. Resultados Clínicos y Factores de Pronóstico

Diversos estudios han mostrado que la tenodesis del bíceps, cuando se realiza con las técnicas y materiales adecuados, alcanza tasas de éxito superiores al 80% en términos de alivio del dolor y mejora funcional a los 6-12 meses postoperatorios. Entre los factores que pueden influir en el pronóstico se encuentran:

  • La calidad del tendón y la presencia de comorbilidades como la diabetes.
  • La precisión en la colocación de los anclajes.
  • La adherencia a un protocolo de rehabilitación postoperatoria estructurado.

En resumen, la tenodesis del bíceps es una intervención quirúrgica altamente eficaz para tratar la disfunción del tendón largo del bíceps, especialmente en pacientes que no han respondido a tratamientos conservadores. Los avances en técnicas artroscópicas y el desarrollo de nuevos materiales han mejorado notablemente los resultados, ofreciendo una opción segura y funcional para recuperar la estabilidad y la fuerza del hombro.

 


 

6. Protocolo de Rehabilitación Postoperatoria para Tenodesis del Bíceps

La rehabilitación postoperatoria es una fase crítica para lograr una recuperación óptima tras la tenodesis del bíceps. Un protocolo bien estructurado, que se extienda durante 24 semanas, permite proteger la reparación en las fases iniciales, recuperar gradualmente el rango de movimiento y, finalmente, reintegrar al paciente a sus actividades habituales con seguridad y eficacia.

6.1. Fase Inicial (0 a 4 Semanas): Protección y Movilización Suave

Objetivos:

  • Proteger la fijación quirúrgica y permitir la cicatrización inicial.
  • Controlar el dolor y la inflamación.
  • Iniciar movilizaciones suaves sin activar de forma intensa la musculatura del hombro.

Medidas y Ejercicios:

  • Inmovilización:
    El paciente utiliza un cabestrillo o inmovilizador, que mantiene el brazo en posición de reposo (ligera abducción y rotación interna moderada) durante las primeras 3-4 semanas. Este dispositivo se retira solo en sesiones controladas de fisioterapia.
  • Ejercicios Pasivos:
    Se inician movilizaciones pasivas, como los pendulares de Codman, que permiten movimientos sin que el paciente tenga que contraer activamente el bíceps. Estos ejercicios ayudan a prevenir la rigidez articular y favorecen la circulación local.
  • Control del Dolor:
    Se aplican medidas de crioterapia (uso de hielo durante 10-15 minutos varias veces al día) y se administran analgésicos y AINES conforme a lo prescrito por el médico, con el objetivo de reducir la inflamación y facilitar la movilización.

6.2. Fase Intermedia (4 a 8 Semanas): Transición a Movilización Activo-Asistida e Isométrica

Objetivos:

  • Reducir gradualmente la dependencia del inmovilizador.
  • Iniciar ejercicios activo-asistidos que permitan al paciente recuperar el rango de movimiento sin sobrecargar la reparación.
  • Empezar a trabajar la fuerza mediante ejercicios isométricos.

Medidas y Ejercicios:

  • Retirada Progresiva del Inmovilizador:
    A partir de la cuarta semana, el paciente comienza a retirar el cabestrillo en sesiones terapéuticas, realizando movimientos controlados con la ayuda de bastones o sistemas de poleas.
  • Movilización Activo-Asistida:
    Se introducen ejercicios en los que el paciente colabora en el movimiento, permitiendo alcanzar un rango de movimiento mayor (hasta 120°-130°) sin forzar la reparación.
  • Ejercicios Isométricos:
    Se realizan contracciones isométricas del bíceps y del manguito rotador, manteniendo el codo pegado al tronco. Estos ejercicios se efectúan sin movimiento, en series de 10-12 repeticiones, para mantener la fuerza muscular sin generar estrés excesivo sobre la fijación quirúrgica.
  • Entrenamiento de Estabilidad y Propiocepción:
    Ejercicios en superficies ligeramente inestables, como colchonetas o bosu, se emplean para mejorar la coordinación neuromuscular, lo cual es fundamental para la prevención de movimientos compensatorios.

6.3. Fase Avanzada (8 a 12 Semanas): Fortalecimiento Progresivo y Aumento del Rango de Movimiento

Objetivos:

  • Recuperar y mejorar la fuerza muscular del hombro.
  • Ampliar el rango activo de movimiento hacia valores cercanos a la normalidad.
  • Consolidar la respuesta neuromuscular a través de ejercicios dinámicos.

Medidas y Ejercicios:

  • Fortalecimiento con Bandas Elásticas y Pesas:
    Se incorporan ejercicios que utilizan bandas elásticas de resistencia moderada y, progresivamente, mancuernas ligeras (0,5 a 1 kg). Se realizan movimientos de rotación interna y externa, elevaciones en plano escapular (scaption) y ejercicios diagonales que simulan gestos cotidianos.
  • Incremento del Rango Activo:
    Los ejercicios se diseñan para aumentar el rango de movimiento activo, con metas de alcanzar 140°-150° en flexión y abducción, y rotación externa de 60°-70°.
  • Ejercicios de Propiocepción y Coordinación:
    Se refuerzan las actividades en superficies inestables y se utilizan técnicas de estabilización rítmica para mejorar la respuesta neuromuscular y prevenir sobrecargas en la reparación.

6.4. Fase de Consolidación (12 a 16 Semanas): Integración de Ejercicios Dinámicos y Funcionales

Objetivos:

  • Consolidar los avances en fuerza y movilidad.
  • Introducir ejercicios funcionales que simulen los gestos específicos del paciente, ya sean laborales o deportivos.
  • Mejorar la coordinación y el control motor en movimientos complejos.

Medidas y Ejercicios:

  • Entrenamiento de Carga Progresiva:
    Se incrementa gradualmente la resistencia en los ejercicios de fortalecimiento, utilizando pesas de 1-3 kg y bandas elásticas de mayor resistencia.
  • Ejercicios Funcionales:
    Se introducen movimientos que reproducen los gestos reales del paciente, tales como levantar objetos, movimientos diagonales o rotaciones complejas.
  • Entrenamiento Pliométrico Suave:
    En deportistas, se pueden incorporar ejercicios pliométricos moderados (por ejemplo, lanzamientos controlados con balón medicinal) para mejorar la explosividad y la coordinación.
  • Revisión Técnica:
    Es crucial que durante esta fase se corrijan posibles desviaciones en la ejecución de los ejercicios para evitar compensaciones que puedan comprometer la reparación.

6.5. Fase de Retorno Funcional (16 a 24 Semanas): Reintegración a la Actividad Completa

Objetivos:

  • Permitir el retorno seguro a las actividades cotidianas, deportivas o laborales.
  • Garantizar la estabilidad, fuerza y coordinación del hombro a través de evaluaciones funcionales.
  • Establecer un plan de mantenimiento a largo plazo.

Medidas y Ejercicios:

  • Simulación de Gestos Específicos:
    Se realizan ejercicios que reproducen de manera progresiva los movimientos exactos que el paciente ejecuta en su vida diaria o en su deporte. Por ejemplo, para deportistas overhead se practican gestos como saques, lanzamientos o remates a intensidades cercanas al 80-90% del rendimiento previo.
  • Evaluación Funcional:
    Se aplican pruebas isocinéticas, mediciones del rango de movimiento y evaluaciones de la fuerza para asegurar que la función del hombro ha sido restablecida de manera adecuada.
  • Programa de Mantenimiento:
    Una vez finalizado el protocolo de 24 semanas, se recomienda que el paciente continúe con ejercicios de refuerzo y estiramientos de forma regular (al menos 1-2 veces por semana) para preservar la función y prevenir recaídas.
  • Uso de Tecnologías de Monitorización:
    La integración de aplicaciones móviles y dispositivos wearables puede ayudar a monitorizar la ejecución de los ejercicios y garantizar una progresión adecuada en la carga y el rango de movimiento.

7. Complicaciones y Estrategias de Manejo

A pesar de que la tenodesis del bíceps es un procedimiento seguro y eficaz, pueden presentarse complicaciones tanto en el ámbito quirúrgico como durante el proceso de rehabilitación. Conocer estos riesgos y contar con estrategias para manejarlos es esencial para lograr resultados óptimos.

7.1. Complicaciones Inmediatas

  • Infección:
    Aunque rara, la infección postoperatoria requiere una intervención temprana con antibióticos y, en algunos casos, una revisión quirúrgica.
  • Dolor Postoperatorio Excesivo:
    Un dolor que supere el umbral esperado puede indicar problemas en la fijación o en la respuesta inflamatoria, y debe ser controlado con medidas analgésicas y crioterapia.

7.2. Complicaciones a Largo Plazo

  • Rigidez Capsular:
    La falta de movilización adecuada o una rehabilitación insuficiente puede conducir a una disminución significativa del rango de movimiento, lo que se traduce en un hombro rígido.
  • Fallo Funcional o Reaparición del Dolor:
    Si la cicatrización no se consolida o si se produce una sobrecarga prematura, el paciente puede experimentar un retorno del dolor y una reducción de la fuerza.
  • Lesiones Secundarias:
    La compensación inadecuada durante la rehabilitación puede generar sobrecargas en otras estructuras del hombro, como el tendón del bíceps o la cápsula articular.

7.3. Estrategias de Prevención y Manejo

  • Monitorización Continua:
    La revisión periódica mediante evaluaciones clínicas y estudios de imagen (ecografía o RM) permite detectar precozmente la aparición de complicaciones y ajustar el tratamiento.
  • Progresión Gradual de Cargas:
    Es esencial aumentar la intensidad de los ejercicios de forma controlada, adaptándose a la respuesta del paciente para evitar sobrecargas.
  • Terapia Manual y Liberación Miofascial:
    La intervención de fisioterapeutas especializados puede ayudar a liberar tensiones, prevenir la formación de adherencias y mantener la movilidad.
  • Educación del Paciente:
    Informar al paciente sobre la importancia de adherirse al programa de rehabilitación y reconocer los primeros signos de complicaciones es clave para intervenir de manera temprana.

8. Prevención y Consejos Prácticos

La prevención es un componente fundamental en el manejo de la tenodesis del bíceps, tanto para evitar la recurrencia de los síntomas como para mejorar los resultados a largo plazo. Las siguientes estrategias, basadas en la evidencia, son esenciales para lograrlo:

8.1. Control de Factores de Riesgo

  • Condiciones Metabólicas:
    Mantener un control adecuado de la diabetes, la dislipemia y otras alteraciones endocrinas es crucial, ya que estas condiciones pueden predisponer a una mayor degeneración tendinosa.
  • Estilo de Vida Saludable:
    Adoptar una dieta equilibrada, realizar ejercicio de forma regular y mantener un peso corporal adecuado favorece la salud del tendón y la cicatrización.

8.2. Adaptaciones en la Actividad y Ergonomía

  • Modificación de Técnicas Deportivas:
    Los deportistas deben recibir asesoramiento sobre la correcta ejecución de movimientos overhead para evitar sobrecargar el tendón del bíceps y el manguito rotador. La corrección postural y la técnica adecuada son esenciales para reducir la tensión en el hombro.
  • Adaptaciones Laborales:
    Trabajadores expuestos a movimientos repetitivos deben emplear pausas activas y ajustar la ergonomía en el entorno laboral (por ejemplo, la altura de los escritorios y la disposición de herramientas) para minimizar el estrés sobre el hombro.

8.3. Seguimiento y Evaluación Continua

  • Controles Médicos Regulares:
    Las revisiones periódicas con el especialista permiten evaluar la evolución del hombro y detectar signos de rigidez o recaídas de manera temprana.
  • Evaluación Funcional y de Imagen:
    La utilización de pruebas isocinéticas, mediciones de rango de movimiento y estudios de imagen facilita el ajuste del protocolo de rehabilitación y la detección precoz de problemas.
  • Educación y Autocuidado:
    Es fundamental que los pacientes comprendan la importancia de mantener una rutina de ejercicios preventivos a largo plazo, incluso después de haber alcanzado una recuperación óptima. La educación sobre la correcta ejecución de los movimientos y la identificación de signos de sobrecarga contribuye a preservar los logros obtenidos.

8.4. Integración de Tecnologías Emergentes

  • Dispositivos de Monitorización (Wearables y Apps):
    La implementación de tecnologías de seguimiento permite monitorizar la ejecución de los ejercicios, la adherencia al plan de rehabilitación y la respuesta del hombro, facilitando ajustes en tiempo real y la detección de desviaciones.
  • Realidad Aumentada y Entrenamiento Virtual:
    En un futuro próximo, estas herramientas podrían ofrecer retroalimentación en tiempo real sobre la técnica de ejecución de ejercicios, corrigiendo errores y optimizando la progresión del entrenamiento.
  • Terapias Biológicas y Regenerativas:
    La investigación en PRP, factores de crecimiento y células madre promete potenciar la cicatrización del tendón, abriendo la posibilidad de tratamientos combinados que mejoren los resultados a largo plazo.

Conclusiones y Perspectivas Futuras

El manejo de la tenodesis del bíceps ha experimentado importantes avances en los últimos cinco años, tanto en el ámbito quirúrgico como en la rehabilitación postoperatoria. La integración de técnicas artroscópicas avanzadas, el uso de nuevos materiales de fijación y la incorporación de terapias regenerativas han mejorado significativamente los resultados clínicos, reduciendo el dolor y permitiendo un retorno funcional más rápido y seguro.
Un protocolo de rehabilitación de 24 semanas se ha consolidado como el estándar para garantizar la correcta cicatrización y recuperación del hombro, organizándose en fases que abarcan desde la protección inicial hasta la reintegración completa a la actividad deportiva o laboral. La prevención, mediante el control de factores de riesgo, la adaptación ergonómica y el uso de tecnologías de monitorización, es clave para mantener los logros terapéuticos a largo plazo.
Las perspectivas futuras se orientan hacia la personalización de los protocolos, apoyada en la medicina de precisión, lo que permitirá ajustar el tratamiento a las características específicas de cada paciente, optimizando los resultados y reduciendo las complicaciones. Con la experiencia y el seguimiento continuo del Dr. Eugenio Díaz, los pacientes pueden beneficiarse de un tratamiento integral que aborde tanto la patología como sus implicaciones funcionales, permitiendo un retorno seguro y sostenible a sus actividades diarias y deportivas.

Si experimentas dolor persistente o limitación en el hombro, te recomendamos consultar con un especialista para evaluar tu situación y adaptar el plan de tratamiento a tus necesidades. La adherencia a un programa de rehabilitación estructurado y la implementación de estrategias preventivas son fundamentales para alcanzar una recuperación exitosa y mantener la función óptima del hombro.

 

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