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Traumatólogo Especialista en lesiones de rodilla Dr Eugenio Díaz

La rodilla es una de las articulaciones más grandes, complejas e importantes del cuerpo humano. Su salud y funcionalidad impactan de manera directa en nuestra capacidad para caminar, correr, saltar y realizar actividades cotidianas sin dolor ni limitaciones. Cada vez es más frecuente el interés por encontrar métodos de rehabilitación eficaces para las patologías de la rodilla, ya sea tras una lesión deportiva, una cirugía (por ejemplo, reconstrucción del ligamento cruzado anterior o la reparación de un menisco) o para el manejo de enfermedades degenerativas como la artrosis (osteoartritis).

En los últimos años, el uso de ejercicios de cadena cinética cerrada (en inglés, Closed Kinetic Chain Exercises) se ha convertido en una de las estrategias más investigadas y recomendadas para la recuperación de la rodilla. A diferencia de los ejercicios de cadena cinética abierta (OKC, Open Kinetic Chain), las actividades realizadas en cadena cerrada trabajan varios grupos musculares de manera simultánea y promueven la coactivación de músculos antagonistas y sinérgicos en condiciones muy similares a las que enfrentamos en la vida diaria o en el deporte.

Este artículo ofrece un análisis exhaustivo,demostrando que la rehabilitación de la rodilla mediante ejercicios de cadena cinética cerrada puede mejorar la fuerza, la estabilidad, la propiocepción y la funcionalidad general de la articulación, al tiempo que se reducen los riesgos de lesión y las probabilidades de recaída.

El objetivo principal es divulgar de forma clara y didáctica la importancia de estos ejercicios para pacientes de todas las edades, deportistas y público en general, así como para otros profesionales sanitarios que busquen un compendio actual de la evidencia científica. Si eres un paciente o un usuario preocupado por tu salud de rodilla, este texto te brindará la información necesaria para comprender mejor tu proceso de rehabilitación y te animará a continuar con un enfoque adecuado y supervisado por profesionales competentes.

A continuación, encontrarás un índice con secciones clave que te permitirán profundizar en los distintos aspectos de los ejercicios de cadena cinética cerrada y su relevancia en la rehabilitación de rodilla.


Tabla de Contenido

Índice

  1. Concepto de la Cadena Cinética Cerrada (CKC)
  2. Diferencias entre Cadena Cinética Cerrada y Cadena Cinética Abierta
  3. Beneficios Generales de la CKC en la Rehabilitación de Rodilla
  4. Aplicaciones de la CKC en Diferentes Patologías de Rodilla
    1. Lesiones del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)
    2. Lesiones Meniscales
    3. Patellofemoral Pain Syndrome (PFPS) o Dolor Patelofemoral
    4. Artrosis de Rodilla (Osteoartritis)
    5. Tendinopatías Rotulianas
  5. Bases Biomecánicas y Fisiológicas de la CKC
    1. Activación Muscular y Co-Contracción
    2. Propiocepción y Estabilidad Articular
    3. Presión y Fuerzas de Reacción Articular
  6. Secuencia y Progresión de Ejercicios en CKC
    1. Fase Inicial de Recuperación
    2. Fase Intermedia
    3. Fase Avanzada
    4. Retorno a la Actividad Deportiva y Prevención de Recaídas
  7. Protocolos de Rehabilitación Basados en la Evidencia
    1. Recomendaciones Generales de las Guías Clínicas
    2. Ejemplos de Ejercicios Comunes en CKC
    3. Frecuencia e Intensidad del Entrenamiento
    4. Integración con otras Modalidades (Ejercicios OKC, Neuromuscular Training, etc.)
  8. Avances Científicos Recientes
    1. Estudios sobre Meniscos y CKC
    2. Innovaciones en Terapia Eccéntrica y CKC
    3. Uso de Tecnología y Monitorización Biomecánica
  9. Preguntas Frecuentes de los Pacientes
  10. Conclusiones

1. Concepto de la Cadena Cinética Cerrada (CKC)

La expresión cadena cinética describe la forma en que se vinculan las distintas articulaciones y segmentos corporales durante el movimiento. Una cadena cinética cerrada implica que el segmento distal (generalmente los pies cuando hablamos de extremidades inferiores) se encuentra fijo o en contacto con una superficie resistente (suelo, plataforma, pedal, etc.), lo cual obliga a que el resto de las articulaciones y segmentos se muevan de manera integrada y simultánea.

La idea central se basa en la interdependencia de las articulaciones que participan en la acción. Por ejemplo, al realizar una sentadilla (squat), los pies permanecen fijos en el suelo, y el movimiento conjuga la acción de cadera, rodilla y tobillo en un mismo plano, coactivando grupos musculares como los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos.

En contraste, en una cadena cinética abierta (OKC), el segmento distal puede moverse libremente en el espacio, como al realizar una extensión de rodilla en una máquina de gimnasio donde solo la pierna se mueve y no hay contacto fijo del pie con una superficie estable.


2. Diferencias entre Cadena Cinética Cerrada ( CKC )  y Cadena Cinética Abierta ( OKC )

  • Activación muscular: En la CKC, se genera un patrón simultáneo de activación de varios grupos musculares (sinérgicos y antagonistas). En la OKC, la atención se centra en un músculo o grupo muscular específico (por ejemplo, el cuádriceps en la extensión de rodilla en máquina).
  • Estabilización articular: Las fuerzas se distribuyen a lo largo de diferentes articulaciones, lo que puede disminuir la tensión excesiva en una sola. En la OKC, la articulación involucrada recibe la mayor parte de la carga.
  • Propiocepción: La CKC fomenta la retroalimentación sensorial y la activación de receptores articulares, lo que mejora el equilibrio, la coordinación y la estabilidad. La OKC no promueve tanto la propiocepción, ya que el apoyo fijo del pie no existe.
  • Transferencia a la vida diaria: Los movimientos en CKC se parecen más a lo que hacemos al caminar, subir escaleras o levantarnos de una silla. Por ello, se consideran más funcionales.

Los estudios recientes destacan que ambos tipos de ejercicios son útiles, pero la CKC tiende a ser más segura y eficaz en fases iniciales e intermedias de rehabilitación, especialmente tras lesiones de rodilla.


3. Beneficios Generales de la CKC en la Rehabilitación de Rodilla

Los beneficios que se han asociado a la aplicación de ejercicios en cadena cinética cerrada a lo largo de los últimos años son multifactoriales y abarcan aspectos biomecánicos, fisiológicos y funcionales. A lo largo de numerosos estudios, se han identificado cinco pilares principales en los que la CKC demuestra ventajas notables: 1) mejora de la estabilidad articular, 2) optimización de la coactivación muscular, 3) refuerzo de la propiocepción y del control motor, 4) menor riesgo de sobrecarga y fuerza de cizallamiento en la rodilla, y 5) transferencia funcional a las actividades de la vida diaria y deportivas.

3.1. Mejora de la estabilidad articular y la protección del cartílago

Uno de los primeros aspectos que se evalúa en la rehabilitación de rodilla es cómo se distribuye la carga en la articulación. Cuando realizamos ejercicios de cadena cerrada, el pie se encuentra fijo en una superficie estable (el suelo, una plataforma o una máquina de gimnasio), lo que obliga a que la rodilla trabaje de forma conjunta con la cadera y el tobillo. Esta condición reduce el estrés puntual sobre el ligamento cruzado anterior (LCA), los meniscos y las demás estructuras articulares, a la vez que se estimula una actividad simultánea de los músculos flexores y extensores de la rodilla.

  • En comparación con la cadena cinética abierta, la co-contracción que se genera en CKC minimiza la fuerza de tracción anterior en la tibia, protegiendo así el LCA y aliviando tensiones exageradas sobre la cápsula articular.
  • En pacientes con Artrosis de rodilla, los ejercicios de CKC disminuyen la fuerza de compresión excesiva en la articulación al implicar un trabajo más equilibrado del cuádriceps e isquiotibiales, lo cual contribuye a mantener la congruencia articular y evita la degeneración acelerada del cartílago.

3.2. Optimización de la coactivación muscular y eficiencia en la contracción

La CKC permite involucrar un número mayor de grupos musculares en comparación con la cadena cinética abierta, donde el movimiento está mucho más aislado. Este reclutamiento simultáneo de varias masas musculares, especialmente de cuádriceps, isquiotibiales, glúteos, gemelos y otros estabilizadores, da lugar a:

  • Mayor eficiencia mecánica: Al repartirse la fuerza entre varios grupos musculares, los movimientos resultan más coordinados y efectivos.
  • Menos desequilibrios musculares: Al trabajar en conjunto los extensores y flexores de la rodilla, se promueve una relación de fuerza más equilibrada. Dicha coactivación reduce la propensión al desequilibrio entre el cuádriceps y los isquiotibiales, lo cual es un factor fundamental en la prevención de lesiones.
  • Efecto en la fatiga: Varios ensayos han indicado que, al distribuir el esfuerzo, la CKC puede demorar la aparición de la fatiga local y favorecer una mejor resistencia de la articulación frente a esfuerzos repetidos.

3.3. Refuerzo de la propiocepción y del control motor

Otro componente central de la rehabilitación de rodilla es la recuperación (o mejora) de la propiocepción, es decir, la capacidad de percibir y controlar la posición articular y el movimiento en el espacio. El contacto permanente del pie con el suelo o la superficie ejerce un estímulo continuo sobre los mecanorreceptores de la planta del pie, el tobillo y la rodilla, lo que:

  • Incrementa la sensibilidad articular: Las CKC mejoran la conciencia corporal en pacientes con artrosis de rodilla, incrementando su estabilidad al caminar y al realizar actividades diarias.
  • Perfecciona la coordinación neuromuscular: El cuerpo aprende a reaccionar de manera más rápida y efectiva a estímulos y cambios de dirección, disminuyendo el riesgo de recaídas o torceduras.
  • Facilita la corrección postural: Los ejercicios de CKC combinados con entrenamiento neuromuscular lograron mejoras notables en el balance dinámico y la estabilidad de la rodilla, con una reducción significativa en los episodios de inestabilidad.

3.4. Disminución de la fuerza de cizallamiento y sobrecarga

En la CKC, la extremidad inferior funciona como un sistema integrado, lo que distribuye la carga de manera más uniforme en comparación con la cadena cinética abierta, donde la rodilla puede recibir altos niveles de fuerza de cizallamiento (por ejemplo, al hacer extensiones en máquina con gran peso). Este menor grado de cizallamiento se explica porque la tibia no se traslada con la misma libertad anterior/posterior respecto al fémur, reduciendo la posibilidad de estrés excesivo en el LCA y los meniscos.

  • Adicionalmente, en una investigación con deportistas en rehabilitación de Ligamento Cruzado Anterior, se evidenció que la incidencia de dolor o microtrauma se vio reducida al entrenar, especialmente en etapas iniciales, con ejercicios de CKC progresivos en lugar de la sobrecarga directa en ejercicios de extensión aislada.

3.5. Transferencia funcional a la vida diaria y la práctica deportiva

La mayoría de las actividades cotidianas —caminar, subir y bajar escaleras, ponerse de pie— y muchísimos gestos deportivos (saltos, sprints, cambios de dirección) se desarrollan con el pie en contacto con una superficie estable. Por tanto, cuando rehabilitamos con CKC, el patrón de movimiento se asemeja a la realidad funcional del paciente:

  • Esto se traduce en un retorno más veloz a actividades cotidianas o deportivas. La CKC favorece la recuperación de la potencia y la estabilidad, reduciendo la probabilidad de lesiones recurrentes al volver a los entrenamientos regulares.
  • En un ensayo clínico con personas que padecían dolor patelofemoral, notaron una mejora significativa en la fuerza y en la ejecución de tareas funcionales (por ejemplo, salto horizontal, squats profundos) tras un programa de ocho semanas de ejercicios CKC progresivos.

En definitiva, los beneficios generales de la CKC en la rehabilitación de rodilla pueden resumirse en: estabilidad articular mejorada, adecuada coactivación muscular, incremento de la propiocepción, reducción de la sobrecarga articular y una transferencia eficiente de la fuerza a las actividades diarias y deportivas. Todo ello hace de la CKC un enfoque sólido y respaldado por una evidencia creciente en la literatura científica reciente.


4. Aplicaciones de la CKC en Diferentes Patologías de Rodilla

Además de conocer los beneficios globales, es fundamental ahondar en cómo se aplica la CKC en las diversas condiciones que afectan a la rodilla, dada la variedad de lesiones y patologías que pueden surgir (traumáticas, degenerativas o por sobreuso). A lo largo de múltiples estudios,se ha investigado la eficacia de los protocolos en cadena cinética cerrada para lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA), meniscos, dolor patelofemoral, artrosis (osteoartritis) y tendinopatías, así como otros problemas menos frecuentes.

4.1. Lesiones del Ligamento Cruzado Anterior (LCA)

La ruptura o rotura parcial del LCA es una de las lesiones de rodilla más habituales en deportes de contacto o con cambios bruscos de dirección (fútbol, baloncesto, rugby). Tras la cirugía de reconstrucción, el foco en la rehabilitación tiende a ser restablecer la fuerza, la estabilidad y la funcionalidad de la rodilla, preservando la integridad del injerto.

  • Fase temprana (primeras semanas):

    • Iniciar ejercicios de CKC moderados —como mini-sentadillas con apoyo parcial y trabajo en prensa de piernas con poca carga— facilita la adaptación y protección del injerto.
    • Se ha recomendado la coactivación de cuádriceps e isquiotibiales para estabilizar la rodilla y prevenir fuerzas de tracción excesivas en el injerto de LCA.
  • Fase intermedia (4 a 12 semanas postcirugía):

    • Se introducen progresivamente sentadillas más profundas, step-ups y ejercicios unipodales. En esta etapa, la CKC desarrolla la propiacepción de la rodilla y prepara al paciente para movimientos más dinámicos, sin sobrecargar la articulación quirúrgica.
    • El uso de superficies inestables (como BOSU o balones de estabilidad) en combinación con CKC mejora la reactividad y la estabilidad dinámica, aspectos clave en el retorno deportivo.
  • Fase avanzada (3 a 6 meses postcirugía):

    • Introducir ejercicios pliométricos en CKC (saltos, cambios de dirección controlados) y patrones de fuerza en sentadillas con peso creciente incrementan la potencia y ayudan a restablecer la asimetría entre la pierna sana y la intervenida.
    • Esta progresión debe ser individualizada, basándose en test funcionales (por ejemplo, salto unipodal en distancia, test de hop) para determinar la seguridad en la reincorporación deportiva.

4.2. Lesiones Meniscales

Las lesiones del menisco pueden implicar una degeneración progresiva o un desgarro agudo (por torsión o impacto), siendo la reparación meniscal una cirugía relativamente frecuente. La rehabilitación con CKC en estos casos debe equilibrar la protección del tejido y la estimulación para una cicatrización adecuada.

  • Etapa temprana y protección del injerto:

    • La CKC con restricción de rango de movimiento (por ejemplo, limitación a 0°-45° de flexión en la prensa de piernas o sentadillas parciales) permite cargas suaves en el menisco en proceso de cicatrización.
    • Una introducción demasiado precoz de flexiones profundas de rodilla puede sobrecargar la zona suturada, por lo que se recomienda un acercamiento gradual a lo largo de 6-8 semanas.
  • Fase de consolidación:

    • Cuando la reparación ya es más estable, se incrementa el rango de flexión y se incorporan ejercicios unipodales (sentadillas a una pierna, step-down), siempre supervisando las reacciones de dolor o inflamación.
    • La vuelta al deporte en una rehabilitación acelerada con CKC en reparaciones meniscales obtuvo resultados positivos en la amplitud de movimiento y la función de la rodilla, destacando la importancia de monitorizar cuidadosamente la progresión de la carga.

4.3. Patellofemoral Pain Syndrome (PFPS) o Dolor Patelofemoral o Condromalacia Rotuliana

El dolor anterior de rodilla (PFPS) se caracteriza por molestias en la parte frontal de la rodilla, con frecuencia asociadas a movimientos de flexión y extensión (subir escaleras, arrodillarse, sentarse). En corredores, jugadores de baloncesto y voleibol, la incidencia puede ser bastante elevada.

  • Mecanismos subyacentes:

    • Se considera que la disfunción del cuádriceps, la mal alineación rotuliana y un control deficiente de la cadera contribuyen al PFPS. La CKC, al reforzar simultáneamente cuádriceps, glúteos y isquiotibiales, tiende a mejorar la alineación dinámica y reducir la sobrecarga rotuliana.
    • La sentadilla controlada, con supervisión de la correcta alineación de la rodilla, es uno de los ejercicios CKC más eficaces para aliviar el dolor patelofemoral y la conromalacia rotuliana.
  • Programas de rehabilitación específicos:

    • Se han obtenido mejoras significativas en la escala de dolor y la funcionalidad tras 6-8 semanas de programas de sentadillas parciales, step-downs controlados y fortalecimiento de la cadera en CKC.
    • Varias investigaciones recomiendan combinar la CKC con ejercicios de estabilidad lumbopélvica, para corregir posibles compensaciones que afecten el trazo rotuliano y generen dolor persistente.

4.4. Artrosis de Rodilla (Osteoartritis)

La osteoartritis es una condición degenerativa donde el cartílago articular se va desgastando, generando dolor, rigidez e inflamación crónica. El uso de ejercicios de CKC en artrosis tiene como objetivo minimizar la progresión de la enfermedad y optimizar la función motriz.

  • Beneficios en la artrosis:
    • En comparación con la cadena abierta, la CKC reduce la irritación de la articulación al facilitar una distribución más homogénea de la carga, particularmente durante la fase de apoyo.
    • Los pacientes con artrosis obtienen mejoras en la fuerza del cuádriceps, la amplitud de movimiento y la capacidad de realizar actividades diarias, sin incrementar significativamente los síntomas de dolor o inflamación.
    • Se ha resaltado la importancia de un plan progresivo que incluya sentadillas asistidas, prensa de piernas ligera y ejercicios de equilibrio para fomentar la propiocepción y contrarrestar la pérdida de masa muscular asociada a la artrosis.

4.5. Tendinitis Rotuliana

Las tendinopatías, especialmente la del tendón rotuliano —típica en saltadores y corredores—, se benefician de la introducción progresiva de ejercicios en cadena cerrada, y, en etapas más avanzadas, de trabajo excéntrico que estimule la remodelación del tendón.

  • Etapa inicial (dolor agudo):

    • Se sugiere reducir la carga de impacto, incorporando ejercicios en CKC de bajo impacto como el squat isométrico o la prensa de piernas en ángulos limitados (0°-60°).
    • La reducción temporal de actividades intensas (p. ej., saltar) combinada con un protocolo de fuerza en CKC ayuda a modular el dolor y a mejorar la tolerancia del tendón a cargas graduales.
  • Progresión al trabajo excéntrico:

    • Una vez controlado el dolor, se introducen sentadillas excéntricas (descenso lento) sobre superficies planas o en declive. Comparando un programa excéntrico enfocado en CKC con otro más convencional se observó una mayor reducción del dolor y mejoría de la fuerza en el grupo excéntrico CKC, indicando que el estímulo mecánico excéntrico sobre el tendón rotuliano puede optimizar la recuperación.

En términos generales, la aplicación de la CKC a patologías diversas de la rodilla radica en su carácter multifuncional: protege estructuras delicadas (injertos, suturas meniscales, tejidos degenerados), favorece la reeducación neuromuscular y permite una adaptación progresiva a la carga. Cada caso clínico, no obstante, requiere ajustes en el rango de movimiento, la intensidad y la velocidad de ejecución para evitar agravar la lesión y promover una rehabilitación segura y eficaz.


5. Bases Biomecánicas y Fisiológicas de la CKC

Para comprender en profundidad por qué la CKC proporciona tan buenos resultados en la rehabilitación de rodilla, es esencial revisar las bases biomecánicas y fisiológicas que sustentan este enfoque de ejercicio. Diversos autores han buscado caracterizar las variables mecánicas implicadas en la CKC, así como la respuesta del sistema musculoesquelético y nervioso.

5.1. Activación Muscular y Co-Contracción: Equilibrio entre Agonistas y Antagonistas

Uno de los mecanismos principales que diferencian la CKC de la cadena abierta es la coactivación de agonistas y antagonistas alrededor de la articulación de la rodilla.

  • Durante una sentadilla (squat), por ejemplo, el cuádriceps (principal extensor de la rodilla) trabaja en conjunto con los isquiotibiales y los glúteos, que ejercen cierta función estabilizadora y/o frenadora del movimiento. La simultaneidad de estas acciones musculares crea un entorno articular donde las fuerzas se equilibran, disminuyendo la tendencia al deslizamiento anterior de la tibia respecto al fémur (protegiendo el LCA).
  • En un estudio con pacientes tras reconstrucción del LCA, cuantificaron la actividad electromiográfica de los principales grupos musculares durante ejercicios en CKC. Se concluye que la co-contracción resultante reduce la carga localizada en la parte anterior de la rodilla, al tiempo que asegura una mejor distribución del esfuerzo.

Por su parte, el mayor rango de músculos implicados en la CKC eleva el gasto energético y el reclutamiento de fibras, lo cual colabora en la rehabilitación integral de la extremidad inferior y fortalece los grupos musculares que dan soporte a la rodilla.

5.2. Propiocepción y Estabilidad Articular: Control Neuromuscular y Retroalimentación Sensorial

La propiocepción involucra receptores sensoriales ubicados en músculos, tendones, ligamentos y cápsulas articulares, que envían señales al sistema nervioso central acerca de la posición y el movimiento de cada segmento corporal. Al realizar ejercicios en CKC, la retroalimentación sensorial se intensifica porque:

  1. El apoyo constante del pie en el suelo activa receptores articulares tanto en el tobillo como en la rodilla y la cadera.
  2. El cerebro recibe información continua sobre la presión, la estabilidad y la distribución de la carga, ajustando en tiempo real la contracción muscular para mantener el equilibrio.

Como resultado, se refuerza el control motor y se establecen patrones de movimiento más seguros. Se han descrito mejoras inmediatas y a corto plazo en el control de la rodilla tras ejercicios CKC en pacientes con osteoartritis, aludiendo a la optimización de la propiocepción y el timing neuromuscular. Esta retroalimentación constante constituye uno de los grandes valores añadidos de la CKC.

5.3. Presión y Fuerzas de Reacción Articular: Carga Distribuida en Varios Segmentos

Un aspecto crítico en la rehabilitación de rodilla es controlar la fuerza de compresión y cizallamiento que la articulación sufre, especialmente en pacientes con cartílago debilitado o con estructuras ligamentarias en proceso de cicatrización.

  • Fuerza de compresión:

    • En la CKC, el hecho de que el segmento distal esté fijo facilita que la fuerza ascendente (desde el suelo) se disperse a través de la cadena articular, con la participación de la cadera y el tronco. Esto disminuye la acumulación de presión sobre la rótula y la interlínea articular de la rodilla.
    • Varios estudios concluyen que, si se inicia con rangos de flexión y cargas ligeras, la articulación puede adaptarse progresivamente sin llegar a niveles de estrés que conlleven inflamación o agraven la lesión.
  • Fuerza de cizallamiento:

    • La tibia, al no “colgar libremente” durante la contracción del cuádriceps, no experimenta la misma tracción hacia delante respecto al fémur. Por ende, se reduce el pico de fuerza de cizallamiento. En un importante estudio se documentó con pruebas biomecánicas que las CKC aplican tensiones más uniformes y menores sobre los tejidos vulnerables, hecho fundamental en lesiones de LCA o meniscos.

5.4. Sinergia con la Cadera y el Tobillo: Efecto en la Cadena Cinemática Completa

La rodilla no trabaja en aislamiento; depende de la correcta funcionalidad de la cadera y el tobillo para su equilibrio y movimientos.

  • Participación de la cadera:

    • Los glúteos (mayor, medio y menor) y los rotadores externos de la cadera juegan un rol esencial en la alineación del fémur y la rodilla. En CKC, estos grupos musculares asumen responsabilidades estabilizadoras, lo cual alivia la sobrecarga de la rodilla y evita colapsos en valgo (hacia adentro) o varo (hacia afuera).
    • Cuando el ejercicio de squat se realiza con técnica adecuada (cadera hacia atrás, rodillas alineadas con la punta de los pies), la carga se reparte de manera armónica, disminuyendo la presión patelofemoral.
  • Participación del tobillo y la musculatura del pie:

    • Una base de sustentación firme provista por el tobillo y el pie promueve la distribución estable del peso corporal. Ejercicios CKC como los step-ups o los ejercicios de balance en superficies inestables obligan a la musculatura del pie y la pantorrilla a trabajar activamente, favoreciendo la coordinación y la resistencia de la pierna en conjunto.

5.5. Implicaciones para la Planificación de la Rehabilitación

Dadas estas bases biomecánicas y fisiológicas, los especialistas tienden a priorizar la introducción de ejercicios en cadena cerrada en las fases iniciales de la rehabilitación, sobre todo cuando el objetivo primordial es la protección articular y el establecimiento de patrones motores funcionales. Posteriormente, pueden complementarse con ejercicios en cadena abierta más focalizados en la fuerza aislada o la hipertrofia de un músculo específico (por ejemplo, para contrarrestar la atrofia del cuádriceps tras inmovilización).

En síntesis, la CKC se apoya en los principios de coactivación, estabilidad, retroalimentación sensorial y distribución homogénea de fuerzas, lo que explica sus amplios beneficios en el proceso de recuperación de lesiones de rodilla. El dominio de estas bases biomecánicas y fisiológicas permite personalizar las rutinas de entrenamiento, optimizando la seguridad y los resultados funcionales a corto, mediano y largo plazo.


6. Secuencia y Progresión de Ejercicios en CKC

La organización y progresión de los ejercicios en cadena cinética cerrada (CKC) constituye uno de los ejes más importantes de la rehabilitación de rodilla. Si bien los detalles exactos varían en función de la patología y de la evolución de cada paciente, la mayoría de protocolos coinciden en seguir un camino gradual desde ejercicios de baja intensidad en las etapas tempranas hasta trabajos más exigentes y pliométricos en las fases avanzadas. A grandes rasgos, se distingue entre fase inicial, fase intermedia, fase avanzada y la fase de retorno al deporte (o a las actividades de la vida cotidiana con plena seguridad).

6.1. Fase Inicial de Recuperación

  • Objetivos principales:

    1. Minimizar la inflamación y el dolor;
    2. Proteger la zona de lesión o la intervención quirúrgica;
    3. Recuperar la movilidad articular básica y establecer un primer contacto con la carga en CKC.
  • Ejercicios típicos:

    • Apoyo parcial con ayudas (muletas, barras paralelas o andador): permite al paciente recuperar la confianza en la rodilla mientras se habitúa a soportar peso progresivamente.
    • Mini-sentadillas (flexión de 0° a 30° o 45°): se realizan a un rango reducido para evitar tensiones excesivas en ligamentos, meniscos o tejidos suturados. Estudios importantes sugieren que este ejercicio, cuando se hace con una técnica minuciosa, potencia la coactivación del cuádriceps e isquiotibiales sin sobrecarga significativa.
    • Ejercicios isométricos: por ejemplo, mantener la posición de semi-sentadilla durante unos segundos, lo que estabiliza la musculatura estabilizadora (principalmente cuádriceps y glúteos) y, promueve una rápida recuperación del control neuromuscular.
  • Otras recomendaciones:

    • Controlar el dolor y la inflamación mediante métodos complementarios (crioterapia, compresión, medicación según pautas médicas).
    • En esta fase, el fisioterapeuta o el traumatólogo suelen realizar un seguimiento estrecho, ajustando la carga con base en la tolerancia del paciente (indicadores como edema, rango de movimiento y estabilidad subjetiva de la rodilla).

6.2. Fase Intermedia

  • Objetivos principales:

    1. Aumentar la fuerza muscular en la extremidad lesionada;
    2. Mejorar la propiocepción y el equilibrio;
    3. Incorporar rangos de movimiento más amplios.
  • Ejercicios típicos:

    • Sentadillas progresivas: Se incrementa gradualmente la profundidad (hasta 60°-70° o un poco más, según tolerancia) y se pueden agregar leves resistencias externas (mancuernas livianas, bandas elásticas).
    • Prensa de piernas a rangos de flexión controlados (p. ej., 0°-60°): facilita la ganancia de fuerza en el cuádriceps y glúteos.Con una adecuada graduación de carga, la prensa puede usarse incluso en estadios relativamente tempranos sin perjudicar estructuras en cicatrización.
    • Step-ups y step-downs: Ejercicio unilateral que mejora la estabilidad dinámica y la activación del cuádriceps y glúteo medio, esenciales para el control de la pelvis y la rodilla.
    • Equilibrio en superficies inestables: Uso de bosu, balance boards o colchonetas. El entrenamiento neuromuscular integrado con CKC en esta fase conduce a notables avances en la estabilidad articular.
  • Puntos clave:

    • Valorar la aparición de dolor: si este aumenta de manera significativa, se reduce la carga o se ajusta el rango de movimiento.
    • Mantener una técnica adecuada para evitar compensaciones (por ejemplo, que la rodilla entre en valgo excesivo durante la sentadilla o el step-down).

6.3. Fase Avanzada

  • Objetivos principales:

    1. Alcanzar o superar la fuerza, potencia y resistencia previas a la lesión;
    2. Transferir la mejora a patrones más funcionales y cercanos a la práctica deportiva.
    3. Perfeccionar la propiocepción y la velocidad de reacción.
  • Ejercicios típicos:

    • Sentadillas con carga moderada-alta: se busca un trabajo más intensivo de la musculatura extensora y estabilizadora de la rodilla, sin perder de vista la correcta alineación (pie-rodilla-cadera).
    • Pliometría en CKC: saltos en caja (box jumps), saltos laterales (lateral hops), ejercicios de rebote con control (por ejemplo, en un trampolín suave).  La pliometría orientada a la rehabilitación, implementada en la fase tardía, acelera la recuperación de la potencia y de la coordinación intermuscular.
    • Lunges: combinando desplazamiento frontal, lateral o incluso multiplanar, para trabajar la estabilidad rotacional y la fuerza de la rodilla en distintos ángulos.
    • Trabajo unipodal avanzado: por ejemplo, sentadillas a una pierna (pistol squat parcial), step-down con mayor altura, o ejercicios de balance con resistencia externa (bandas elásticas tirando hacia diferentes direcciones).

6.4. Retorno a la Actividad Deportiva y Prevención de Recaídas

  • Objetivos principales:

    1. Verificar que la rodilla tolera las exigencias funcionales y deportivas sin dolor ni inestabilidad;
    2. Evitar recaídas o lesiones secundarias.
  • Ejercicios y consideraciones:

    • Drills deportivos específicos: desplazamientos laterales, frenadas, cambios de dirección. La integración de estos ejercicios es útil para reducir el riesgo de re-lesión del LCA, incidiendo en patrones biomecánicos seguros.
    • Pliometría avanzada: saltos con giros, secuencias de varios saltos, simulaciones de acciones típicas del deporte practicado.
    • Test funcionales: se evalúa la simetría entre la pierna lesionada y la sana mediante pruebas como el single-leg hop test o el triple-hop test, para determinar la preparación al retorno competitivo.
    • Plan de mantenimiento: Una vez que el paciente se reintegra al deporte o a su rutina normal, se sugieren ejercicios de fortalecimiento y control neuromuscular continuados para prevenir nuevas lesiones (p. ej., mini-sentadillas y saltos de bajo impacto semanales).

La correcta progresión a lo largo de estas fases garantiza que el tejido lesionado o intervenido quirúrgicamente reciba el estímulo idóneo en cada etapa, evitando sobrecargas y facilitando la recuperación de la función.



7. Protocolos de Rehabilitación Basados en la Evidencia

7.1. Recomendaciones Generales de las Guías Clínicas

  • Introducción temprana de la CKC:

    • Varias guías de práctica clínica recomiendan incorporar ejercicios en CKC en las primeras etapas de rehabilitación, siempre que la lesión o la cirugía lo permitan.
    • En lesiones ligamentosas o meniscales, se suele iniciar con carga parcial o ejercicios de rango limitado, incrementando la amplitud de manera gradual.
  • Enfoque en la calidad de movimiento:

    • Muchas directrices enfatizan la importancia de la técnica correcta, especialmente al realizar sentadillas y step-ups, con la rodilla alineada sobre el pie y la columna neutra.
    • La supervisión durante las primeras semanas es esencial para prevenir vicios posturales y asegurar una correcta activación muscular.
  • Adaptación individualizada:

    • La progresión debe ajustarse al dolor, inflamación y respuesta funcional de cada paciente, evitando un protocolo demasiado rígido.
    • Se recalca la necesidad de combinar la CKC con otros métodos (p. ej., electroestimulación, trabajo neuromuscular, ejercicios de estabilidad lumbopélvica) para obtener resultados más completos.

7.2. Ejemplos de Ejercicios Comunes en CKC

En este apartado se ofrecen ejercicios habituales, describiendo variantes, técnicas específicas y adaptaciones según distintos niveles de recuperación y objetivos terapéuticos. Varios autores han investigado en profundidad estos ejercicios, aportando datos sobre la activación muscular, la seguridad articular y la eficacia en la recuperación de la rodilla.

7.2.1 Sentadillas (Squats)

  1. Sentadilla clásica (con peso corporal)

    • Ejecución: Pies separados al ancho de hombros o ligeramente más, espalda neutra y rodillas alineadas con el segundo o tercer dedo del pie. Se flexionan cadera y rodillas simultáneamente, procurando que las rodillas no sobrepasen excesivamente la punta de los pies.
    • Variantes:
      • Mini-sentadillas (Mini-squats): con rango de flexión de 30°-45°. Recomendadas en fases iniciales.
      • Sentadillas profundas: alcanzan 90° o más de flexión. Se introducen en fases intermedias o avanzadas, cuando la rodilla tolera mejor la carga.
      • Sentadillas con soporte: por ejemplo, usando TRX o barras para descargar parte del peso.
  2. Sentadilla con barra (Back Squat o Front Squat)

    • Ejecución: En el back squat, la barra se apoya en la parte alta de la espalda (trapecios), mientras que en el front squat se sostiene en la parte anterior de los hombros. El segundo requiere mayor control del tronco.
    • Objetivos: Aumentar la fuerza de cuádriceps, glúteos e isquiotibiales. A pesar de implicar mayor carga, con técnica correcta y una progresión adecuada, este tipo de sentadilla puede implementarse de forma segura en la fase avanzada de la rehabilitación, logrando activaciones musculares muy altas y potenciando la estabilidad de la rodilla.
  3. Sentadilla con mancuernas o kettlebells (Goblet Squat)

    • Ejecución: Sosteniendo una mancuerna o kettlebell a la altura del pecho, se realiza la sentadilla, manteniendo una posición erguida del torso.
    • Aplicaciones: Recomendadas en la transición desde la sentadilla con peso corporal a cargas más altas. Facilitan mantener la espalda recta y la alineación de la rodilla.

7.2.2 Prensa de Piernas (Leg Press)

  1. Prensa inclinada o horizontal

    • Ejecución: El paciente se sienta o se recuesta sobre un respaldo, apoyando los pies en la plataforma y empujándola para extender las rodillas.
    • Regulación del rango: Para proteger la rodilla, se suelen limitar los ángulos a un máximo de 60°-70° en fases iniciales o en patologías de riesgo (meniscos, LCA reciente).
    • La prensa es un instrumento valioso para progresar la fuerza y la tolerancia de carga en la rodilla cuando se controla adecuadamente el rango de flexión.
  2. Prensa unipodal

    • Ejecución: Se utiliza una sola pierna para empujar la plataforma, lo cual aumenta la demanda propioceptiva y el trabajo aislado de la extremidad lesionada.
    • Beneficios: Identifica asimetrías de fuerza y entrena la estabilidad en la rodilla operada. Útil en etapas intermedias, siempre y cuando el dolor esté bajo control.

7.2.3 Step-Ups, Step-Downs y Variantes

  1. Step-ups frontales

    • Ejecución: Subir y bajar a un escalón con una pierna, mientras la otra permanece detrás. La altura del escalón se aumenta progresivamente.
    • Uso clínico: Este ejercicio resulta muy eficaz en el tratamiento de dolor patelofemoral, pues fortalece el cuádriceps y mejora el control rotuliano con un ángulo de flexión moderado.
  2. Lateral Step-ups

    • Ejecución: El paciente se coloca de lado al escalón, subiendo y bajando lateralmente.
    • Ventajas: Mayor activación del glúteo medio para la estabilización pélvica, lo que repercute en el control dinámico de la rodilla.
    • Los Step-ups laterales ayudan a reducir la sobrecarga patelofemoral en corredores con tendencia a la pronación excesiva del pie.
  3. Step-down con control excéntrico

    • Ejecución: Desde una posición elevada, el sujeto desciende lentamente la pierna contraria, controlando la flexión de rodilla de la pierna de apoyo.
    • Beneficios: El control excéntrico refuerza el tendón rotuliano y la musculatura extensora, siendo de especial utilidad en casos de tendinopatía.

7.2.4 Ejercicios Unipodales y de Equilibrio

  1. Sentadilla a una pierna (Single-Leg Squat)

    • Ejecución: Se realiza la flexión de rodilla con la otra pierna suspendida. Se recomienda empezar con apoyos (barandillas, bastones) y un rango reducido.
    • Efectos: Sobrecarga mayor en la rodilla activa, mejorando la propiocepción y la fuerza.  La single-leg squat es una prueba funcional para evaluar la alineación y estabilidad de rodilla, siendo muy usada en la fase avanzada de rehabilitación.
  2. Ejercicios en superficie inestable (Bosu, tablas de equilibrio)

    • Ejecución: El paciente mantiene una postura de mini-sentadilla o step-up sobre la superficie inestable.
    • Ventajas: Incrementa la demanda propioceptiva y la coactivación de la musculatura estabilizadora. Se han descrito incrementos notables en la estabilidad y el tiempo de respuesta neuromuscular tras programas de 4-8 semanas de ejercicios unipodales en superficies inestables.

7.2.5 Pliometría en Cadena Cerrada

  1. Saltos con dos piernas (bilaterales)

    • Ejecución: Flexión y extensión explosiva de las rodillas para despegar los pies del suelo, absorbiendo con control al aterrizar.
    • Aplicaciones: Indicada en fases finales para re-entrenar la potencia y la capacidad de absorción de impacto.  La pliometría bilateral en CKC logra restablecer la explosividad en deportistas con lesiones de rodilla.
  2. Saltos unipodales (hop drills)

    • Ejecución: Se salta y aterriza sobre la misma pierna, trabajando las trayectorias frontal, lateral o combinada.
    • Ventajas: Específicos para deportes donde existen apoyos unilaterales (fútbol, baloncesto). Se han documentado mejoras significativas en la prevención de inestabilidades crónicas de rodilla cuando se integran saltos unipodales al final del programa de CKC.

La adecuación y combinación de estos ejercicios dependen de la lesión o patología, el tiempo postoperatorio o postlesional y la respuesta individual del paciente. Sin embargo, todos comparten la característica esencial de que el pie se mantiene en contacto con una superficie estable (o con ligeras variaciones de inestabilidad controlada), favoreciendo la coactivación muscular y la estabilidad articular.

7.3. Frecuencia e Intensidad del Entrenamiento

  • Frecuencia:

    • Múltiples estudios muestran que una frecuencia de 2-3 veces por semana permite adaptaciones significativas en la fuerza y en la función articular.
    • En fases iniciales, algunos protocolos sugieren breves sesiones diarias de baja intensidad para estimular la articulación sin fatigarla en exceso.
  • Volumen e intensidad:

    • Nº de series: Habitualmente entre 2 y 4 series, dependiendo de la experiencia y la fase de la rehabilitación.
    • Nº de repeticiones: Por lo general, entre 10 y 15 repeticiones en fases iniciales e intermedias, prestando atención a la fatiga y la técnica. A medida que se avanza, se pueden reducir repeticiones y añadir carga (por ejemplo, 6-8 repeticiones con peso moderado).
    • Una progresión adecuada de la intensidad es crucial para evitar el estancamiento y favorecer una óptima ganancia de fuerza y resistencia.
  • Control de la respuesta:

    • Se evalúan indicadores como el dolor, la inflamación postejercicio y la capacidad funcional al día siguiente. Si se detecta un retroceso (incremento marcado del dolor o hinchazón), se deben ajustar las cargas o la frecuencia.

7.4. Integración con Otras Modalidades (OKC, Neuromuscular, Acuática, etc.)

Aunque la CKC ha demostrado grandes ventajas, muchos protocolos sugieren combinarla con otros enfoques para optimizar la recuperación:

  1. Ejercicios de Cadena Cinética Abierta (OKC)

    • Útiles para aislar y fortalecer músculos específicos, como el cuádriceps (ej.: extensión de rodilla en máquina) cuando existe debilidad marcada.
    • La combinación de CKC y OKC ofrece resultados más completos en la fuerza extensora, si se realiza con precaución (especialmente en lesiones de LCA, donde los rangos finales de extensión en OKC pueden generar mayores tensiones).
  2. Entrenamiento Neuromuscular

    • Incluye trabajos de propiocepción y control motor más específicos (equilibrio unipodal, reacciones a estímulos externos, ejercicios con inestabilidad).
    • Sumar un programa de control neuromuscular a la rutina en CKC mejora la estabilidad dinámica y reduce el riesgo de recaída, particularmente en pacientes con lesiones ligamentarias crónicas.
  3. Terapia Acuática

    • El medio acuático descarga parte del peso corporal, facilitando una transición suave hacia movimientos en CKC en fases donde todavía existe dolor.
    • La hidroterapia puede introducir ejercicios de “mini-sentadilla acuática” o “step-ups en piscina”, reduciendo el estrés en la articulación y estimulando la función muscular.
  4. Electroestimulación y Bioretroalimentación

    • En casos de atrofia severa o inhibición muscular (por ejemplo, del cuádriceps tras una cirugía de rodilla), combinar la CKC con electroestimulación (NMES) puede acelerar la reactivación de fibras.
    • Es importante el biofeedback para corregir la posición de la rodilla y garantizar un alineamiento adecuado durante las sentadillas o step-ups.

En resumen, los protocolos de rehabilitación basados en la evidencia incorporan los ejercicios en CKC como columna vertebral del tratamiento, ajustando la intensidad y el tipo de ejercicios a la etapa de recuperación. Esta aproximación integrada, que combina CKC con otras técnicas, permite abordar tanto la fuerza y la estabilidad muscular como la readaptación al gesto deportivo o a las actividades cotidianas.


8. Avances Científicos Recientes

8.1. Estudios sobre Meniscos y CKC

Nuevas investigaciones apoyan la introducción moderada y progresiva de CKC tras la reparación meniscal, destacando su eficacia para recuperar la movilidad, la función y reducir el tiempo hasta la vuelta al deporte. Se puntualiza la importancia de no exceder la flexión de 90° en las etapas tempranas para proteger la sutura meniscal.

8.2. Innovaciones en Terapia Eccéntrica y CKC

Combinar la carga en cadena cinética cerrada con contracciones excéntricas controladas estimula la adaptación del tendón y favorece la reparación de tendinopatías. Esto se ve sobre todo en el tendón rotuliano, con mejoras en la tolerancia a la carga y la disminución del dolor.

8.3. Uso de Tecnología y Monitorización Biomecánica

Dispositivos de captura de movimiento, plataformas de fuerza y sistemas de realidad virtual se emplean cada vez más para cuantificar la evolución de los pacientes en tiempo real, detectar asimetrías o deficiencias en el control motor y ajustar los programas de CKC de manera individualizada.


9. Preguntas Frecuentes de los Pacientes

  1. ¿Cuándo puedo empezar con los ejercicios de cadena cinética cerrada tras una cirugía de rodilla?

    • Generalmente, se puede iniciar a las pocas semanas, pero todo depende del tipo de cirugía y la evaluación del cirujano o fisioterapeuta.
  2. ¿Los ejercicios en cadena cinética cerrada son dolorosos?

    • Deben realizarse sin un dolor agudo o intenso. Es normal sentir cierta molestia, pero siempre se ajusta la intensidad para no empeorar la lesión.
  3. ¿Puedo hacer estos ejercicios en casa sin supervisión?

    • Es aconsejable al menos contar con un programa diseñado por un especialista y recibir supervisión en las primeras sesiones para corregir la técnica y garantizar la seguridad.
  4. ¿La CKC también sirve para prevenir lesiones?

    • Sí, la CKC contribuye a la fortaleza y estabilidad del miembro inferior, por lo que se recomienda incluso en deportistas sanos como parte de la rutina de acondicionamiento.
  5. ¿Qué pasa si siento inestabilidad en la rodilla al hacer estos ejercicios?

    • Deberías detener la actividad y consultarlo con tu profesional médico o fisioterapeuta para evaluar la causa de la inestabilidad y ajustar el programa.

10. Conclusiones

Los ejercicios de cadena cinética cerrada representan una herramienta fundamental en la rehabilitación de la rodilla, tanto en lesiones deportivas como en procesos degenerativos y tras cirugías. Su enfoque funcional, que integra varios grupos musculares y promueve la estabilidad y la propiocepción, favorece la recuperación de la fuerza, la disminución del dolor y la prevención de recaídas.

La evidencia científica de los últimos 8 años, resumida en este artículo, refuerza la validez de su utilización temprana y progresiva bajo supervisión profesional. En última instancia, la correcta aplicación de la CKC no solo rehabilita sino que también empodera al paciente, brindándole mayor confianza en su rodilla y un retorno más seguro a las actividades cotidianas o deportivas.

Para cualquier persona preocupada por una lesión de rodilla o que busque mejorar su función, la consulta con un traumatólogo o fisioterapeuta especializado resulta imprescindible. Con la guía adecuada y un programa personalizado de ejercicios en cadena cinética cerrada, es posible lograr una recuperación sólida y duradera.

Si estás en Granada o alrededores y necesitas asesoramiento de un especialista, el Dr. Eugenio Díaz, traumatólogo experto en rehabilitación deportiva, puede ayudarte a diseñar un plan de recuperación adaptado a tus necesidades específicas y brindarte la confianza necesaria para retomar tus actividades con seguridad.


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