La bursitis trocantérica, o trocanteritis, es una inflamación dolorosa en la cadera, especialmente en la zona del trocánter mayor, que puede limitar la movilidad y afectar la calidad de vida. Este problema es común en personas activas y mayores, y su tratamiento tradicional incluye fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios y, en casos más refractarios inyecciones de corticosteroides. El uso de plasma rico en plaquetas (PRP) puede ser una alternativa eficaz para aliviar el dolor y promover la regeneración de tejidos en pacientes con trocanteritis. En este artículo divulgativo, exploraremos en qué consiste esta técnica, sus beneficios y cómo puede ser una opción adecuada para quienes buscan alternativas en el tratamiento de la bursitis trocantérica refractaria.
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La bursitis trocantérica es una inflamación de la bursa, una pequeña bolsa que amortigua la fricción entre el trocánter mayor del fémur y los músculos que lo rodean. Esta condición provoca dolor en el lateral de la cadera, que puede irradiarse hacia el muslo y dificultar actividades como caminar o subir escaleras. Es una de las causas comunes de dolor en la cadera y puede agravarse con el tiempo si no se trata adecuadamente.
Las causas de la bursitis trocantérica incluyen el uso excesivo o sobrecarga de la cadera, lesiones traumáticas, desequilibrios musculares y factores anatómicos.Puede afectar a personas que practican deportes de impacto, así como las que permanecen mucho tiempo de pie o en posiciones incómodas, pero también puede aparecer sin una causa clara. Otros factores de riesgo incluyen el envejecimiento, la obesidad y enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide.
Los síntomas principales de la bursitis trocantérica son dolor en la parte externa de la cadera, sensibilidad al tocar el área afectada y rigidez en la cadera. El dolor suele empeorar al realizar actividades como caminar, correr o acostarse sobre el lado afectado. En algunos casos, el dolor puede irradiarse hacia el muslo o el glúteo.
Para diagnosticar la bursitis trocantérica, el médico realizará un examen físico y revisará el historial de síntomas del paciente. Las pruebas de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética (RM) ayudan a confirmar el diagnóstico y a descartar otras posibles causas de dolor en la cadera. Estas pruebas permiten visualizar el estado de la bursa y determinar si existe inflamación o daño en los tejidos adyacentes.
El tratamiento convencional de la bursitis trocantérica suele incluir reposo, aplicación de hielo, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación. En casos más graves, se pueden utilizar inyecciones de corticoides, aunque no siempre son efectivos a largo plazo. Estos tratamientos buscan reducir el dolor y mejorar la funcionalidad, aunque en algunos casos no ofrecen una solución definitiva.
El tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP) ha ganado popularidad en los últimos años como una alternativa avanzada y eficaz para la bursitis trocantérica. El PRP se obtiene mediante la extracción de sangre del propio paciente, que luego se procesa para concentrar las plaquetas y factores de crecimiento. Estas sustancias se inyectan en el área afectada, promoviendo la regeneración y reduciendo la inflamación.
Un estudio publicado en Journal of Hip Preservation Surgery evaluó la eficacia del PRP frente a las inyecciones de corticosteroides en pacientes con bursitis trocantérica. Los resultados mostraron que el PRP ofrece una mejora sostenida del dolor y la función de la cadera a largo plazo, especialmente en pacientes que no responden bien a los corticosteroides. Además, el PRP tiene un perfil de seguridad favorable, al reducir el riesgo de efectos secundarios asociados a tratamientos convencionales. Esta terapia es especialmente adecuada para quienes buscan opciones regenerativas y minimamente invasivas para su tratamiento
La recuperación después de un tratamiento con PRP para bursitis trocantérica implica evitar actividades intensas durante las primeras semanas y seguir un programa de rehabilitación supervisado por un fisioterapeuta. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento son fundamentales para mejorar la estabilidad de la cadera y reducir la posibilidad de recaídas. Es importante seguir las recomendaciones del especialista y acudir a revisiones periódicas para evaluar el progreso.
El tratamiento de la bursitis trocantérica con PRP es una opción prometedora que ofrece alivio del dolor y mejora de la función de la cadera. Esta técnica permite una recuperación más natural al utilizar los propios factores de crecimiento del paciente, y ha mostrado resultados positivos a largo plazo. Si experimenta dolor persistente en la cadera o ha probado otros tratamientos sin éxito, considere una valoración con un especialista en traumatología para valorar las opciones de tratamiento.