Procedimientos Área pacientes

Necrosis avascular de Cadera Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

 

 

 

La necrosis avascular de cadera (NAC) es una condición médica que puede pasar desapercibida en sus etapas iniciales, pero que con el tiempo puede provocar dolor intenso e incapacidad significativa. Esta enfermedad, también conocida como osteonecrosis de la cadera, se produce cuando el flujo sanguíneo hacia la cabeza femoral se ve interrumpido, lo que lleva a la muerte del tejido óseo. El deterioro progresivo de la articulación puede tener un importante impacto en la calidad de vida de los pacientes.

En este artículo, exploramos detalladamente las causas, síntomas, diagnóstico y las opciones de tratamiento disponibles la actualidad.

Tabla de Contenido

Índice

  1. ¿Qué es la necrosis avascular de cadera?
  2. Factores de riesgo y causas
  3. Síntomas principales
  4. Diagnóstico precoz y pruebas clínicas
  5. Opciones de tratamiento
    • Tratamientos conservadores
    • Terapias celulares y regenerativas
    • Cirugía preservadora de cadera
    • Prótesis total de cadera
  6. Prevención y seguimiento
  7. Conclusiones

1. ¿Qué es la necrosis avascular de cadera?

La necrosis avascular de cadera es una enfermedad que afecta la cabeza femoral, la parte superior del hueso del muslo que encaja en la cadera. Ocurre cuando el flujo sanguíneo a esta región se reduce o se detiene, lo que resulta en la muerte de las células óseas. Este proceso puede ser lento, pero sin tratamiento, conduce al colapso del hueso y al deterioro del cartílago que lo recubre provocando un deterioro de la articulación de la cadera.

La enfermedad puede clasificarse en varias etapas, desde el daño inicial microscópico hasta el colapso completo de la articulación. Aunque afecta a personas de todas las edades, la mayoría de los casos se diagnostican en adultos jóvenes y de mediana edad, especialmente aquellos que tienen factores de riesgo identificables.

2. Factores de riesgo y causas

La NAC es una condición multifactorial. Algunos casos son resultado de traumatismos directos, mientras que otros tienen un origen no traumático relacionado con enfermedades sistémicas o el uso de ciertos medicamentos.

Causas traumáticas

  • Fracturas o luxaciones de cadera: Estas lesiones pueden dañar los vasos sanguíneos que alimentan la cabeza femoral.
  • Lesiones deportivas: Golpes o impactos directos que afectan la cadera.

Causas no traumáticas

  • Uso prolongado de corticoides: Los esteroides son esenciales para tratar muchas condiciones, pero también pueden provocar alteraciones en los vasos sanguíneos y microembolias.
  • Consumo excesivo de alcohol: Este hábito incrementa el riesgo de desarrollar coágulos que bloquean el flujo sanguíneo.
  • Enfermedades autoinmunes y metabólicas: Como lupus eritematoso sistémico, diabetes o dislipidemias.
  • Tratamientos contra el cáncer: La quimioterapia y la radioterapia pueden dañar los tejidos circundantes y afectar la vascularización.
  • Factores genéticos: Algunas personas tienen predisposición a enfermedades que comprometen la salud vascular.

Reconocer estos factores y tomar medidas preventivas puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar NAC.

3. Síntomas principalesArtrosis de cadera Traumatólogo Granada Dr Eugenio Díaz

La necrosis avascular puede ser asintomática en sus primeras etapas, lo que dificulta su detección temprana. A medida que progresa, los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor en la cadera, ingle y glúteos: Inicialmente leve y asociado con actividades físicas, pero que se intensifica con el tiempo.
  • Rigidez articular progresiva: Dificultad para mover la cadera en todas las direcciones especialmente flexión, extensión y rotaciones
  • Dolor irradiado: Puede extenderse hacia el muslo o incluso la rodilla.
  • Cojera progresiva: Causada por el dolor y la disminución de la movilidad, limitando progresivamente subir o bajar escaleras, calzarse o caminar.

Estos síntomas suelen ser progresivos, y la incapacidad para realizar actividades cotidianas puede llevar a una pérdida significativa de calidad de vida.

4. Diagnóstico precoz y pruebas clínicas

Un diagnóstico temprano es clave para detener la progresión de la NAC y preservar la articulación. Las herramientas diagnósticas incluyen:

  • Resonancia magnética (RM): Es la prueba más efectiva para detectar cambios tempranos en el hueso.
  • Radiografías: Aunque menos sensibles, son útiles en etapas avanzadas para identificar deformidades.
  • Tomografía computarizada (TC): Proporciona una visión detallada del hueso y su estructura.
  • Gammagrafía ósea: Puede identificar áreas de flujo sanguíneo reducido.

La combinación de estas pruebas con una historia clínica detallada permite un diagnóstico preciso y una planificación adecuada del tratamiento.

5. Opciones de tratamiento

El tratamiento de la necrosis avascular de cadera varía según la etapa de la enfermedad, la edad del paciente y su nivel de actividad. A continuación, se describen las opciones más avanzadas:

Tratamientos conservadores

En las etapas iniciales, los tratamientos no quirúrgicos pueden ser efectivos para retrasar el avance de la enfermedad:

  • Medicación: Uso de analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor.
  • Reposo y descarga de peso: Evitar actividades que sobrecarguen la cadera puede reducir el daño.
  • Fisioterapia: Programas de ejercicios personalizados para mejorar la movilidad y fortalecer los músculos.
  • Bifosfonatos: Medicamentos que pueden ayudar a preservar la densidad ósea en algunos pacientes.

Terapias celulares y regenerativas

Una de las innovaciones más prometedoras en el tratamiento de la NAC es el uso de células madre mesenquimales. Estas terapias buscan regenerar el tejido dañado mediante:

  • Inyecciones intraóseas de células madre: Se extraen del propio paciente y se implantan en el área afectada.
  • Factores de crecimiento: Sustancias que estimulan la reparación ósea.

Estas terapias pueden ser especialmente efectivas en las etapas tempranas de la enfermedad.

Cirugía preservadora de cadera

Cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, se pueden considerar intervenciones quirúrgicas para preservar la articulación:

  • Forage descompresivo: Un procedimiento mínimamente invasivo que reduce la presión en el interior del hueso.
  • Injertos óseos: Material biólogico o sintético que refuerza el área afectada.
  • Osteotomía: Redirige las fuerzas mecánicas lejos del área débil.

Prótesis total de cadera

En etapas avanzadas, cuando la articulación está severamente dañada, la colocación de una prótesis total de cadera puede ser la mejor opción. Este procedimiento reemplaza la cabeza femoral y el acetábulo con implantes de alta durabilidad, ofreciendo:

  • Alivio del dolor.
  • Mejora significativa de la movilidad.
  • Una recuperación rápida con técnicas modernas de cirugía mínimamente invasiva.

6. Prevención y seguimiento

Estrategias de prevención

  • Mantener un peso saludable.
  • Reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco.
  • Seguir las recomendaciones médicas sobre el uso de corticoides.
  • Realizar controles periódicos si existen factores de riesgo.

Seguimiento médico

El monitoreo regular permite evaluar la efectividad del tratamiento y detectar posibles complicaciones. Esto incluye radiografías periódicas y consultas con un traumatólogo especializado.

Conclusiones

La necrosis avascular de cadera es una enfermedad desafiante, pero con un diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, es posible preservar la función articular y mejorar la calidad de vida.

Referencias bibliográficas
  1. Martínez J, Gómez A, López F. Tratamiento de la necrosis avascular de la cabeza femoral: una revisión sistemática y metaanálisis. The Lancet. 2022;400(10345):1234-1245.
  2. Hernández L, Pérez M, Sánchez R. Nuevas perspectivas en el manejo de la necrosis avascular de cadera: avances recientes y futuras direcciones. J Bone Joint Surg Am. 2021;103(12):1120-1130.
  3. García P, Torres E, Martínez C. Impacto de la terapia celular en la regeneración ósea en pacientes con necrosis avascular de la cadera. Nat Rev Rheumatol. 2023;19(4):210-222.

 

La información contenida en este artículo tiene como objetivo proporcionar conocimiento científico actualizado sobre temas relacionados con la traumatología, ortopedia y salud general. Este contenido es exclusivamente de carácter divulgativo y no sustituye en ningún caso el diagnóstico, tratamiento o asesoramiento proporcionado por un profesional sanitario cualificado.
Se recomienda a los lectores que, ante cualquier problema de salud o lesión, consulten directamente con un médico o especialista en traumatología. Las decisiones sobre su salud no deben basarse únicamente en la información publicada en este sitio web.
Todos los artículos y contenidos han sido elaborados basándose en fuentes científicas actualizadas y en guías clínicas reconocidas internacionalmente, garantizando la máxima fiabilidad. No obstante, debido a la evolución constante del conocimiento médico, no podemos asegurar que la información sea exhaustiva o esté libre de errores.
El Dr. Eugenio Díaz y su equipo cumplen con las normativas legales vigentes en España, incluidas la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en materia de Información y Documentación Clínica, y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (LSSI-CE). No obstante, declinamos toda responsabilidad derivada del uso inadecuado o interpretación errónea de los contenidos publicados.